Agustín Pérez Pardella (presidente de ARGENTORES y postulado argentino al Premio Nobel de Literatura

Un texto de conceptos e ideas antisemitas

Soldado 1: Este país es miserable y pestilente como un pozo de gusanos. Soldado 2: No seas impaciente... este país es miserable; estamos de acuerdo, pero en cambio tiene un pueblo manso y obediente a Roma, y eso es lo único que nos debe importar. Soldado 3: (Mirando con desprecio a los judíos). ¿Pueblo, has dicho? ¿De qué pueblo me hablas? Sobre esta tierra no he visto más que cerdos y gallinas. Así, ni más ni menos, comienza la obra de teatro “Judas”, escrita por Agustín Pérez Pardella, actual presidente de ARGENTORES (asociación que nuclea a los autores de obras teatro, radio, cine y televisión) y postulado por la SADE (Sociedad Argentina de Escritores), en diciembre de 2001, para el Premio Nobel de Literatura; aunque usted no lo crea. La DAIA considera a “Judas” como un texto con contenidos e ideas antisemitas.

La editorial Corregidor, en noviembre de 2001 editó el libro denominado “Teatro” que compila obras escritas por el actual presidente de ARGENTORES, Agustín Pérez Pardella.
“Judas”, la obra considerada por la DAIA con contenidos antisemitas, ya había sido publicada en una obra individual, bajo el mismo título, en 1954 por los Talleres Gráficos Dellatorre y Creo. Esta publicación también se encuentra en la biblioteca de ARGENTORES. Según un marcador entregado con la compilación “Teatro”, Judas fue puesta en escena en el Teatro Ateneo y emitida a través del programa “Las dos carátulas” transmitido por Radio Nacional. Pero recién fue considerada públicamente como un texto de contenido antisemita cuando un periodista de Nueva Sión dio, en una librería, con las obras de teatro completas de Pérez Pardella.

La respuesta de la DAIA

Antes de avanzar con el tema y certificar las sensaciones que corrieron en la redacción luego de percibir cómo, públicamente, podía accederse libremente a una obra considerada antisemita, el libro fue presentado ante las autoridades de la DAIA para que evaluaran su contenido.

La consecuencia inmediata fue la ratificación del parecer que cundiera en la redacción.

En una carta dirigida al editor y titular de la editorial Corregidor, Manuel Pampín, la DAIA expresó su opinión el pasado 26 de febrero:
“Motiva la presente hacer llegar a usted la preocupación de nuestra entidad por cuanto hemos tomado conocimiento de la reedición por vuestra editorial de la obra “Teatro” de Agustín Pérez Pardella y que contiene, entre sus capítulos, la pieza titulada Judas”.
“Leída atentamente -continúa la misiva de la DAIA- podemos comprobar que en ella se plasman conceptos e ideas antisemitas, fiel ejemplo de épocas que creíamos ya superadas por la sociedad argentina, en la cual el prejuicio religioso fomentaba la discriminación, la persecución y la agresión”.

“Entendemos que favorecer la difusión de esos contenidos, incluso los surgidos de creaciones artísticas, se contrapone a las enseñanzas de la Iglesia y del Papa, quien brega permanentemente por la comprensión, el respeto y la eliminación de todo sentir prejuicioso en el seno de la fe católica y de sus escrituras; y lejos de propiciar y favorecer el esclarecimiento -finaliza la DAIA-, colabora en aportar mayor confusión y se convierte en portador de ideas contrarias al sentir pluralista que los argentinos queremos y defendemos”.

La investigación

Agustín Pérez Pardella tiene su página de Internet dentro de la web de ARGENTORES. Allí se informa que el autor nació en Buenos Aires, cursó estudios en colegios religiosos y perteneció al elenco de oficiales de la Marina Mercante hasta finalizar su carrera de marino.

Fundó bibliotecas en buques de pasajeros de primera clase y en otros de inmigrantes en los que también organizó el estudio voluntario del castellano entre los italianos provenientes de Nápoles.

Entre 1996 y 1999 cumplió funciones como director General del Centro Cultural General San Martín y, en ese mismo año, también recibió el premio “Gran Premio de Honor de la SADE” por su trayectoria autoral.

Fue la SADE, también, la institución que -el 18 de diciembre de 2001- postulara a Pérez Pardella como el candidato argentino al Premio Nobel de Literatura.

En una entrevista aparecida en el diario Clarín, el 20 de enero del año pasado en el suplemento Cultura y Nación, Pérez Pardella defendió su postulación con una falsa modestia casi insuperable: “Si hay otro autor que en todas las disciplinas que manejo tenga una obra comparable y aún hoy esté sirviendo a la comunidad como yo en ARGENTORES, que venga”.

Seis meses después, la Sociedad de Escritores de la Argentina (SEA, opositora y alternativa a la SADE) denunció la postulación hecha por la SADE como un intercambio de favores.

En un comunicado fechado el 15 de julio de 2002, la SAE manifiesta que “sin afectar el honor de este reconocido escritor, ni la soberanía de la Comisión Directiva capitalina de la SADE para postular a quien se le ocurra, tal postulación sólo resulta comprensible a la luz de un intercambio: ARGENTORES, en el anterior período, bajo la presidencia de Pérez Pardella, otorgó dos préstamos a la SADE de 20.000 pesos cada uno… El mismo día que la SADE comunicaba oficialmente a ARGENTORES que había elevado a la Academia de Suecia la candidatura de Pérez Pardella al Premio Nobel, en otra carta (que entregaba a la misma institución al mismo tiempo) solicitaba otro préstamo”.

“Sin embargo, continúa relatando el comunicado de la SAE, la actual Junta Directiva de ARGENTORES, renovada en muchos de sus miembros, rechazó tal pedido, al igual que rechazó la candidatura de su Presidente Pérez Pardella al Nobel.”

Efectivamente, en votación secreta, ARGENTORES, ese mismo día, decidió postular a Ernesto Sábato por 6 votos contra 3 para Pérez Pardella.

En la misma nota de Clarín, mencionada más arriba, Pérez Pardella agradeció la postulación de la SADE con otra demostración de modestia: “Y ahora, 30 libros y muchos viajes después del comienzo, me honran con esta nominación al Premio Nobel, con la cual la SADE le dice al mundo que ofrece un autor que no sólo puede competir con todos los que se le pongan adelante, sino que además tiene estas excelencias: ha estado en casi todas las disciplinas, ha ganado premios de teatro y hecho cine”.

Raquel Garzón, la periodista de Clarín que escribiera el artículo “Trastienda de un sainete” donde narraba este hecho, afirma -respecto al préstamo que ARGENTORES le hiciera a la SADE- que “ventilado el trueque, hubo corridas… No hay ilícitos en ARGENTORES, pero distintos sectores coinciden en que su conducción tiene, digamos, problemas de estilo”.

Los prejuicios peligrosos

En la quinta escena, Pérez Pardella le hace decir a su personaje Judas -de cuya existencia no existen pruebas concretas a excepción de los escrito en los Evangelios-: …”Nubes, aires, aguas: llevad el nombre de Judas hasta el último rincón de los siglos, y avisad a todas las edades que este oscuro judío levantará hasta los cielos el terrible grito del odio y la sangre hasta que se apaguen las estrellas y los días dejen de ser contados por los vivos”. Y otro personaje, el Ciego, en la octava escena, manifiesta acerca del judío Judas que éste: “ha pronunciado palabras terribles, ha dicho cosas extrañas y llenas de maldad… Judas es el asesino de la paz de Jerusalén, Judas tiene alimañas en la sangre y veneno en el corazón. Judas salió de esta casa vomitando bestias endemoniadas y rabiosamente alegre con su destino de tinieblas y juramentos… Judas salió de aquí con alguna terrible decisión… Judas es un poseso…”

Cualquier antisemita de la época tomaría con gusto las palabras que Pérez Pardella puso en boca de sus personajes. Y quien no considere esto como posible, no tiene la menor conciencia de lo que significan ni las campañas que bregan por la profundización del antisemitismo ni caminó el polvorín del Medio Oriente.

Reflexiones finales (por ahora)

De todos modos, lo importante, más allá de lo que opine el editor de Corregidor -a quien Nueva Sión trató de entrevistar en sus oficinas, pero manifestaron que estaba de viaje- de si debe o no retirar la edición de librerías, o conocer la opinión Agustín Pérez Pardella -para saber si se produjo alguna reflexión especial respecto de los móviles de su obra- cabría preguntarse qué piensan los compañeros de Comisión Directiva de Pérez Pardella en ARGENTORES, qué opinan ahora en la SADE -después de conocer Judas y la posición de la DAIA- acerca de la postulación realizada para el Premio Nobel de Literatura y, fundamentalmente, qué posición adoptará la opinión pública en general a partir del conocimiento de este perfil desconocido -pero no por ello oculto- del actual Presidente de ARGENTORES.

Las páginas y el debate continúan abiertos.