Jacoby recordó la hipótesis de que el atentado haya sido producto de una “operación controlada” de los servicios de inteligencia.
Telleldín “encubre a la verdadera persona que se llevó la Trafic y tiene más temor a revelar ese dato que al veredicto del Tribunal”, afirmó Jacoby al asegurar que el reducidor de autos delató a los ex policías por “venganza” y por los 400 mil dólares que le pagó la SIDE ante el ya separado juez del caso, Juan José Galeano.
Jacoby expuso un largo alegato que continuará hoy. En esta segunda y última etapa del alegato de Memoria Activa, Jacoby cargará contra el Estado argentino y dirá que la conexión local son los organismos de seguridad y los funcionarios que llevaron adelante la investigación, por lo que no pedirá condenas para los ex policías Ribelli, Bareiro, Leal e Ibarra.
Según el abogado, estos policías extorsionaban a Telleldín para dejarlo trabajar en su negocio de doblado de autos. Y fueron involucrados en el caso por el gobierno de Carlos Menem para tratar de perjudicar a Eduardo Duhalde en la interna partidaria.
Jacoby afirmó que la “masacre” de la AMIA fue “una violación masiva de Derechos Humanos, duplicada por el encubrimiento posterior”.
Memoria Activa considera probado que la AMIA fue volada con una Trafic bomba en cuyo armado participó Telleldín.