Argentinos rumbo a Israel

De migraciones y retornos… (II parte)

Con este articulo continua la historia de aquellos argentinos que vivieron en Israel y decidieron luego regresar al país del Plata. En la primera parte, publicada bajo el título “De migraciones y Retornos” nos ocupamos de los hechos históricos ocurridos desde la creación del Estado de Israel hasta el año 1966, cuando en un contexto de recesión económica israelí tuvo lugar el regreso del buque Jerusalén con más de 150 retornados. En esta oportunidad, retomamos la historia hasta llegar a la Guerra de Yom Kipur y el retorno de Perón.
Por Adrián Krupnik *

Entre la guerra de los Seis Días y el Cordobazo
La recesión económica que Israel atravesaba durante 1966 y que motivó el regreso a la Argentina de cientos de nuevos inmigrantes no impidió que el flujo migratorio hacia el estado judío continuase. Más aun, durante ese mismo año y en dirección contraria a la corriente anteriormente mencionada, regresaron a Israel argentinos que inmigraban al estado Judío por segunda vez. Estas personas poseían ya la ciudadanía como producto de su primer intento de adaptación a Israel e regresaban solicitando se les otorgara nuevamente el status de ole jadash (el que asciende / nuevo inmigrante) para obtener los beneficios relacionados.
La información aportada por diversos documentos sugiere que se trataba de personas situadas en sectores débiles de la estructura económica argentina que no habían llegado a consolidar su situación en ninguno de los dos países. Más allá de las dificultades personales que cualquier persona debe siempre atravesar para emprender por segunda vez un proceso migratorio, en el caso de aquellos que lo hicieron hacia Israel con anterioridad a 1967 existió una cuestión ideológica. El estigma pesaba aun fuertemente sobre aquellos que habían abandonado el proyecto sionista, quienes eran llamados yordim (los que descienden). Por lo tanto, no era tarea sencilla obtener por segunda vez algún tipo de ayuda para inmigrar a Israel. Este hecho lleva a suponer que el número de retornados fue mayor al que he podido encontrar en documentos de archivo ya que algunos de ellos lo hicieron sin recibir facilidades y, por ende, no constan en las estadísticas. En todo caso, para el año 1966 al menos 60 argentinos que ya habían vivido en Israel y habían adquirido la ciudadanía israelí inmigraron por segunda vez al Estado fundado por David Ben Gurion.
La Guerra de los Seis Días de Junio de 1967 transformó por completo la situación de Israel. Su contundente victoria hizo que el país pasase de ser visto como un Estado débil, y potencial víctima de exterminio, a transformarse en un actor regional insoslayable. A su vez, la recesión económica dio paso a un boom de inversiones internacionales y el humor social que durante el período de “espera” previo a la guerra se transformó en una euforia que depararía ingratas sorpresas. Sin embargo, aún no se percibían los nuevos problemas que la victoria militar había traído al joven Estado y entre los motivos para celebrar se contaba el aumento de las tasas de inmigración.
Mientras que la emigración había preocupado a los israelíes durante 1966, las cifras de aquellos que se acogían a la Ley del Retorno y adquirían la ciudadanía israelí en virtud de su pertenencia al pueblo judío renovaban ahora las esperanzas de quienes luchaban por la existencia de Israel. Quizá la expresión más clara de este fenómeno haya sido el hecho de que durante los años siguientes creció el número de quienes regresaban a Israel con estatus de nuevo inmigrante pese a ya poseer la ciudadanía israelí. Era el retorno de los aquellos que habiendo sido nuevos inmigrantes habían emigrado. Prestemos atención a las cifras de 1967 y 1968 respectivamente: Argentina: 67 y 72; Estados Unidos: 46 y 414; Uruguay, 11 y 33; Venezuela: 1 y 18; Chile, 6 y 13; Brasil: 33 y 110.
Sin continuar con más ejemplos vale resumir diciendo que estas cifras aumentaron en relación a todos los países de origen, sin excepción. Al mismo tiempo, conviene aclarar dos cuestiones:
1) Considerando que la guerra tuvo lugar durante la mitad del año, la victoria solo afectó las cifras correspondientes al segundo semestre de 1967.
2) Es notable que el crecimiento del número de retornados no fue tan marcado para el caso de la Argentina si se lo compara con el que se observa en todos los demás países, incluyendo aquellos no mencionados aquí. En mi opinión, el número de retornados argentinos-israelíes hacia Israel ya estaba próximo a sus máximos posibles desde antes de la Guerra de los Seis Días. La causa de tal fenómeno era el deterioro de los sectores populares en la economía nacional como producto del plan económico de Krieger Vasena. Tal deterioro fue puesto en evidencia durante la explosión social conocida como el Cordobazo, que marcó el fin del régimen de Onganía. Es posible incluso que la cifra de retornados argentino-israelíes a Israel haya crecido durante 1969 y 1970.
Para sostener esta hipótesis cuento con una carta enviada desde la Argentina hacia Israel en junio de 1970, en la cual un empleado de la Agencia Judía informa que durante esa mitad del año se habían registrado 66 personas para inmigrar por segunda vez a Israel. Es de suponer que existieron nuevos registros durante la segunda mitad del año pero más elocuente aún resulta el perfil profesional de los jefes de familia según el reporte. Entre los 25 jefes de familia había sólo un profesional (ingeniero) y 24 personas que se ganaban la vida como peluqueros, telefonistas, cortadores, tejedores, empleados, agricultores, pedicuras, pintores, comerciantes…

Entre la Guerra de Yom Kipur y el regreso de Perón
Desde la guerra de 1967, la inmigración argentina a Israel había ido en aumento constante hasta alcanzar las 2.800 personas en 1973. Sin embargo, en octubre de ese año el ataque liderado por el líder egipcio Anwar Sadat sumergió a Israel en una severa desmoralización nacional acompañada de un revés económico de largo plazo. La inmigración retrocedió nuevamente, siendo para el caso de los argentinos de 1600 personas y menos de 900 para 1974 y 1975 respectivamente. Como era de esperar, aquel duro golpe afecto a los inmigrantes, que siendo nuevos en el país recién se encontraban dando sus primeros pasos para adaptarse a la sociedad israelí. Muchos de ellos decidieron retornar a sus países de origen.
En julio de 1974 un empleado de la tesorería de la Agencia Judía basado en Buenos Aires envió una nota de protesta a un colega suyo perteneciente al departamento de inmigración, también basado en la capital porteña. En la nota, Tzvi Tzvik escribió a Kalman Grosman lo siguiente: “En los últimos tiempos estamos recibiendo a muchos familiares de olim [inmigrantes] que solicitan que nos hagamos cargo de su yerida [regreso] a la Argentina”. Tzvik pedía a su colega que dejase de derivarle dichos casos ya que no estaba en sus manos el poder ayudarlos. y agregaba que se generaban situaciones desagradables ante la insistencia de estas personas. Que más de un inmigrante buscase regresar a la Argentina financiado por la Agencia Judía implicaba que había agotado las instancias a su alcance en Israel y movilizaba a sus familiares en Buenos Aires. Estos hechos dan cuenta de su profunda angustia y falta de dinero.
Un estudio realizado por el Ministerio de Absorción por esos días, publicado posteriormente para circulación interna, estableció que hacia 1975 el 9% de los argentinos regresaba al país de Gardel al cumplir un año en Israel y el porcentaje saltaba al 24% al cumplirse los tres años. Las dificultades en las que se vio envuelta la sociedad israelí con posterioridad a la guerra de Yom Kipur coincidieron en el tiempo con las esperanzas que en la Argentina despertó el retorno de Perón. Esperanzas que, tristemente, resultaron incumplidas. Los argentinos volvieron a emigrar hacia Israel en mayores cantidades con la llegada de la dictadura militar, contándose en 1600 y 2100 durante los años 1976 y 1977 respectivamente. Aquel capítulo de la historia judeoargentina, sin embargo, lo reservamos para la próxima entrega.

* Candidato a Doctorado en Historia. Universidad de Tel Aviv.

Nota del autor: Estimado lector, no olvides que este artículo se basa en una investigación en curso y valorare mucho si quieres ponerte en contacto conmigo para brindarme tu testimonio si te cuentas entre aquellos que vivieron en Israel y regresaron a la Argentina. Mail: adrian.krup@gmail.com