Diálogo con el periodista y documentalista argentino e israelí Sergio (Shlomo) Slutzky

Un pacto Solidario alternativo

Nuestro veterano colaborador es uno de los impulsores de una propuesta pacifista  innovadora que conecta a Israel y Latinoamérica. Una serie de películas documentales que está realizando en los últimos años, en coproducción israelí-argentina, le permitieron realizar asiduas visitas a nuestro país, las que le dieron una visión de la vida judía argentina -y latinoamericana- al margen de las "internas" comunitarias, de los compromisos partidarios,  de los puestos, supuestos y presupuestos.
El pasado 18 de mayo, Shlomo propulsó un interesante debate –que se realizó en TZAVTA- del que participaron profesores universitarios, profesionales, activistas políticos, periodistas, abogados, psicólogos y estudiantes universitarios que defienden la existencia de Israel en paz y seguridad junto a sus vecinos palestinos y árabes, aunque no necesariamente cada una de las decisiones de su gobierno de turno. Allí se planteó la necesidad de un nuevo "Pacto de Solidaridad" entre sectores progresistas judíos en Latinoamérica y el movimiento por la paz y la justicia social en Israel.
Le preguntamos a Shlomo qué es lo que lo tiene preocupado y lo empuja a la acción…

Sh.S: Por una parte, estoy preocupado por la continuación del conflicto israelo-palestino, con sus consecuencias de muerte y heridos, en ambas partes. Pero especialmente por la influencia que la continuación de la ocupación de territorios palestinos tiene sobre la democracia israelí.
Me preocupa que adolescentes palestinos salgan a atacarnos a cuchillazos, pero más me preocupa que un soldado llegue al escenario de un ataque de este tipo (que terminó con dos palestinos agonizando por los balazos de casi adolescentes soldados israelíes que les dispararon para «neutralizarlos»), tome un rifle en sus manos, le dispare a la cabeza al palestino herido para rematarlo, y después reciba felicitaciones y apoyo por parte de ministros, diputados y voces desenfrenadas de las redes sociales de la derecha israelí.
Sobre todo, me preocupa la coalición que actualmente gobierna nuestro país, que se especializó en la manipulación electoral del miedo para mantenerse en el poder. Y desde el poder, y bajo el manto del miedo, promueve leyes discriminatorias y antidemocráticas que Ehud Barak, ex socio político del Premier Benjamin Netanyahu, define como «fascistoides».
NS: Una definición de Barak, ex Jefe de Estado Mayor y ex Premier, que si la realizara un miembro de la comunidad judía organizada de la diáspora sería tratado de «Traidor»…
Sh.S: Justamente, este es el tema que me aflige como quien vive en Israel ya hace 40 años pero le preocupa la situación de los amigos que viven en la Argentina, y muchos judíos y no judíos en el mundo, a los que les resulta cada vez más difícil identificarse con la  política del gobierno israelí y su relato oficial. Un relato que las dirigencias comunitarias en Latinoamérica reciben con obediencia indiscriminada, obrando voluntariamente como portavoces oficiosos de cualquier medida arbitraria del gobierno israelí, y asumiéndolas como propias.
A mi entender, esta actitud descoloca a las dirigencias ante la opinión pública de sus países («¿Representan los intereses de los judíos locales o los de un gobierno extranjero?»), llevando a muchos judíos -y muchos buenos que conozco personalmente- a dejar de actuar y de participar. De hecho, esta conducta discriminatoria rechaza a quienes defienden la existencia de Israel pero cuestionan su política de colonización en Cisjordania, dejándoles la única alternativa de sumarse a quienes abandonan en silencio todo acercamiento a Israel y a lo judío, o directamente al boicot a Israel, el BDS.
NS: Hay quienes creen que se trata de una situación estructural y sin remedio. ¿Qué opinás? ¿Cuál es tu propuesta?
Sh.S: De ninguna manera. En el año 2008 se creó en los EE.UU. el JSTREET (Calle judía), una ONG que reúne a estadounidenses que apoyan a Israel y la paz, rompiendo el monopolio del lobby pro israelí AIPAC, que apoya incondicionalmente la política del gobierno israelí. JSTREET cuenta hoy con cerca de 250 mil miembros que sostienen su política de apoyo al Estado de Israel, pero no se comprometen con su gobierno, al que solicitan dar pasos por la paz y critican por haber hecho lo contrario desde 2009. A la vez, hay movimientos parecidos en Europa -JCALL-, en Inglaterra -YAHAD-, y en Canadá –JSPACE-.
Junto con un grupo de israelíes de origen latinoamericano decidimos hacer algo con nuestra preocupación, proponiendo una alternativa adecuada a la realidad latinoamericana. Hablamos de un pacto entre quienes compartimos los mismos ideales, tanto en Israel como en Latinoamérica. Una alianza de judíos latinoamericanos comprometidos con la justicia social en su propio país y en el mundo, con quienes desde Israel luchamos por los mismos ideales, en aras de la paz y la justicia en Medio Oriente sobre la base de «Dos Estados para dos pueblos». Una alianza basada -en lo que a Israel se refiere- en la posibilidad de defender el derecho a la existencia en paz y seguridad del Estado de Israel, sin necesariamente aceptar cada decisión de su gobierno de turno.
Paralelamente proponemos apoyar desde Israel, junto a una red social latinoamericana, a aquellas voces judías independientes en el continente, comprometidas en sus propios países, con los ideales de humanismo y compromiso social que nosotros compartimos.
Este nuevo paradigma, el del apoyo mutuo judío-latinoamericano con los grupos progresistas en Israel, posibilitará a muchos compañeros que se alejaron el retorno a una impostergable relación interactiva con la sociedad civil en Israel. No con la Israel que coloniza en territorios palestinos ocupados, no con el gobierno que sanciona leyes antidemocráticas, sino un nuevo vínculo de apoyo solidario hacia quienes comparten los ideales de justicia que caracterizan tradicionalmente a los judíos.
NS: Es de imaginar que se les acusará de «dar armas al antisemitismo» al elevar preguntas o críticas a la política del gobierno israelí…
Sh.S: Estas acusaciones infundadas serían una respuesta al hecho de que -efectivamente- esta alianza entre progresistas en Latinoamérica e Israel podrá potenciar la posición de nuestros compañeros en sus propias comunidades, así como su posición ante los gobiernos de sus respectivos países. Al colocarse como una alternativa, gobiernos y opinión pública en los diferentes países podrán comprender que la sociedad israelí no sólo no es monolítica, sino que hoy se da una batalla de ideas y posiciones contrapuestas, a partir de que desde el gobierno se amenazan cada vez más los cimientos democráticos de la sociedad, que representan más que la simple mayoría en elecciones. Y siendo así, el rechazo a medidas políticas del actual gobierno no debe acarrear el rechazo al Estado de Israel y a su pueblo, sino incentivar el apoyo a quienes luchan en Israel contra la ocupación de la Cisjordania y Gaza, y por los principios de paz y justicia social.
NS: ¿En qué etapa se encuentran en la organización de este «Pacto»?
Sh.S: Sabemos que hace mucho tiempo que hace falta una alternativa de este tipo, pero no queremos que lo urgente nos haga salir al terreno sin estar aún suficientemente organizados. Estamos en una etapa de construcción, de forjar alianzas con decenas de ONGs israelo-palestinas por la paz y la coexistencia que son apoyadas por miles y miles de personas que ven en nuestra iniciativa la posibilidad de hacer llegar su voz al continente latino y en su propio idioma. Con decenas de profesores universitarios de origen latino que apoyan la iniciativa y se ofrecen a llevar nuestra voz en sus recorridos por el Latinoamérica. Buscando el modo y los medios adecuados a nuestros tiempos para utilizar las redes sociales, multiplicando la llegada de nuestro mensaje en el continente y a la vez haciendo llegar a Israel la voz hasta ahora acallada  de quienes defienden la existencia de Israel, pero consideran que finalizar la ocupación en Cisjordania y Gaza es la condición imprescindible para resguardar la democracia en Israel.
P: ¿Para cuándo el lanzamiento del «Pacto»?
Sh.S: Lamentablemente, estamos en el cincuentenario de la Guerra de los Seis Días, de junio del 67 y la ocupación de la Cisjordania y Gaza, que entonces fue motivo de álbumes de la victoria y que hoy sabemos que fue el comienzo de muchos de los males que sufre Israel. Este será también el año del lanzamiento del pacto.