Primer matrimonio religioso igualitario en una sinagoga

Un arco iris bajo la jupá

Si alguien creyó que la agenda de la diversidad sexual se había cerrado con la sanción del matrimonio igualitario en el Congreso de la Nación, es mejor que lo reflexione una vez más. El pasado 10 de abril, Romina Charur y Victoria Escobar lograron una hazaña, casarse bajo el rito judío. ¿Quién hubiera pensado, tan sólo unos años atrás, que nuestro país sería escenario de este suceso?
Por Facundo N. García *

Somos
los hijos de los profetas
pero también hijos de aquellos
a quienes los profetas maldecían.
(Eliahu Toker)

La ceremonia tuvo lugar en la sinagoga NCI-Emanu El, ubicada en el barrio de Belgrano, donde se entremezclaron familiares y amigos de la pareja junto a activistas del movimiento LGBT. Nadie quiso faltar a la cita en el que estas dos mujeres sellaron su amor, trascendiendo lo afectivo y lo jurídico, para dotarlo de su fe y de sus creencias.
¿Por qué dar este paso? Romina y Victoria ya en el 2014 habían celebrado su unión en el registro civil, amparadas por la modificación al Código Civil que habilita el matrimonio a parejas del mismo sexo. ¿Por qué desafiar la autoridad de los rabinos y estudiosos de la Torá mayoritariamente adversos al acontecimiento? Seguramente estos interrogantes habrán cruzado el pensamiento de muchos, judíos y no judíos, por estos días.
Quizás, para comenzar a dar respuesta a ello, sea necesario conocer la labor de JAG, Judíos Argentinos Gays, una organización perteneciente a la Red de Fundación Judaica y a la Federación Argentina LGBT, que lleva adelante una fuerte labor en pos del reconocimiento de derechos para las personas lesbianas, gays, bisexuales y trans, dentro y fuera de la colectividad judía.
Fueron ellos quienes, hacia fines de marzo, anunciaron la noticia por la cual, mediante la adhesión a la Responsa del Committee of Jewish Law and Standards de la Asamblea Rabínica del Movimiento Conservador, las parejas del mismo sexo tendrían la posibilidad de contraer matrimonio de acuerdo con la ley y el ritual tradicional judíos. NCI-Emanu El se convirtió así en la primer comunidad de América Latina en dar este paso trascendental en la vida de tantas personas.
Al respecto, Romina, flamante esposa que oficia como Secretaria General de JAG, comentó: «Nosotras practicamos a diario la religión, vivimos en comunidad, queremos tener hijos y darles una educación judía, y para eso necesitamos estar unidas bajo el rito judío». La comunidad NCI-Emanu El le abrió las puertas a ella y a su pareja que, tras finalizar con el proceso de conversión, comenzó a trabajar para la aprobación del matrimonio igualitario dentro del templo.
La ortodoxia no demoró en expresar su rechazo, señalar que no había ocurrido ningún matrimonio, que para ello era requisito un hombre y una mujer. En esa misma línea se sumaron otras voces que, si bien comparten la premisa de que el Estado reconozca y proteja a las parejas del mismo sexo, no estarían dispuestos a celebrar este tipo de uniones dentro de las sinagogas.
Por su parte, el director ejecutivo de la Fundación Judaica, Eddy Huberman, calificó la decisión de la comunidad NCI-Emanu El como «un paso necesario para garantizar los mismos derechos a todos los miembros de la comunidad». Y agregó: «En la participación comunitaria no había restricciones, pero todavía no se había realizado un casamiento igualitario en una sinagoga y estamos muy orgullosos de ser parte de ser parte del primero».
Asimismo, resultan esclarecedoras las palabras del rabino Adrián Herbst, quien señaló: “Es cierto que hay partes del texto bíblico que prohíben la homosexualidad. Aunque también hay fragmentos que avalan la esclavitud o consideran que una persona sorda tiene menos derechos. Eso se podía pensar hace 5.000 años, pero hoy nadie puede sostenerlo (…). Hoy el mundo cambió, por lo que creo que es tiempo de contemporaneizar las fuentes, teniendo en cuenta que mi objetivo es acompañar a las personas para que puedan vivir como judías, sin importar de quién se enamoren”.

*Lic. en Ciencia Política (UBA). Activista de Meretz.