El día elegido no fue fortuito: fue en el día de cumpleaños de Adolf Hitler, quien nació el 20 de abril de 1889.
Este ataque violento a la libertad de expresión, y esta provocación a la diversidad cultural, generó una catarata de solidaridad vía redes sociales, de mensajes de apoyo, de expresiones de condena manifiesta. La repercusión en términos de reacción social espontánea que tuvo este atropello fue sorprendente, y esperanzadora. Desde Nueva Sión, creemos que estas acciones terminan produciendo el efecto inverso, de fortalecer nuestro espacio de compromiso, de sumar voluntades, de generar una corriente de energía expansiva. De ampliar la plataforma para la defensa de nuestros derechos, hoy en peligro.
Frente a la negación del otro, apostamos por la construcción de un colectivo inclusivo, de vitalidad creciente, que albergue una comunidad de personas cada vez más amplia con la que –sin ocultar diferencias- compartimos valores y una manera de pensar nuestros modos de ser y estar en el mundo.
Desde Nueva Sión estamos iniciando las acciones legales correspondientes, con fin de detectar y dar respuesta correspondiente a este atropello que vulnera las reglas básicas de la democracia, con el mensaje bien claro de que habrá siempre respuesta activa que mantenga el alerta y la sensiblidad pública sobre estos hechos, a fin de evitar que se repitan y reproduzcan.
Y redoblamos más que nunca nuestro espíritu de compromiso con el fortalecimiento de nuestra democracia, con la lucha por un judaísmo abierto, plural, progresista, integrado, denunciando y condenando todo tipo de injusticia y de regresión social, de racismo, apostando siempre al espacio de lo popular, y bregando por fortalecer en Israel el campo por la paz en Medio Oriente y con el pueblo palestino, con objeto de concretar la propuesta de coexistencia de dos estados para dos pueblos bajo un marco de respeto mutuo.