Omar Daer, abogado de Carlos Menem, planteó en la segunda audiencia un cuadro de “hipertensión, diabetes, esclerosis y artrosis” que “le impide su movilización atento a su avanzada edad” al expresidente.
Ante esta situación, Rodrigo Borda, uno de los abogados que representa a la asociación de familiares de víctimas de la AMIA sostuvo que para la querella de Memoria Activa, la situación es “preocupante”, ya que “no hay garantías de que Menem se vaya a presentar cuando el tribunal lo requiera”. Y agregó: “Es él quien está decidiendo cuándo se presenta y cuándo no, y las condiciones en las que se presenta ante la Justicia que lo juzga por encubrir un atentado. La videoconferencia es una decisión impuesta por él al tribunal y sólo puede hacerlo porque está amparado por los fueros”.
Por su parte, Sergio Burstein, de la agrupación 18J, expresó que es “una excusa más para no estar presente en el juicio, como corresponde, como debería estar”.
En tanto que Laura Gisnberg, de Apemia, afirmó: “Es la única medida que tenía a su alcance, ya que Menem tiene fueros y el Gobierno lo protege, es senador de su bloque. Hasta que esa situación no cambie, el tribunal no puede hacer más que esto”.
Por otro lado, el abogado del expresidente advirtió en la tercera audiencia que Menem tiene mucha información sobre el atentado, que podría afectar la seguridad nacional y la relación con otros países. “No nos olvidemos que en ejercicio de la Presidencia de la Nación, posterior al atentado, convocó además de al servicio de inteligencia local, a la CIA, al Mossad, al MI6 británico, la inteligencia brasileña, y él tuvo acceso a información».
Pero Daer fue más allá y pidió que se declare nulo el procesamiento por encubrimiento del atentado, por considerar que la denominada «pista siria» se investigó durante nueve años sin hallarse elementos que comprometan al empresario Alberto KanooreEdul, a quien se relacionó con Menem.
Las provocadoras afirmaciones de Daer generaron numerosos rechazos. El abogado de Memoria Activa, Rodrigo Borda, planteó «Si Menem sabe tanto sobre el atentado ¿por qué no ha hablado en 21 años?»; y Diana Malamud, también de Memoria Activa, exigió: «Durante 21 años Menem ocultó información clave que evidentemente tiene, con lo cual exigimos que en la próxima audiencia diga todo lo que sabe. Es ofensivo para las víctimas, sus familias y toda la sociedad. Es un bochorno que 21 años después diga que tiene información que ocultó deliberadamente». Al tiempo que sostuvo que el planteo de que el Congreso tiene que relevarlo del secreto de Estado es «una ridiculez, ya que como ex presidente no le cabe esa situación, como si fuera un ex agente de inteligencia».
En tanto que Sergio Burstein expresó que el expresidente «se sigue burlando de las víctimas y de la sociedad toda” y que la afirmación de su abogado suena como una amenaza de mucha gravedad, y además confirma que el ex presidente tiene información clasificada que le fue proporcionada por servicios de inteligencia. «Hace 21 años que Menem sabe, y ese planteo nos da la pauta que encubrió, desviando la investigación. Calló durante todo este tiempo y, a esta altura de los acontecimientos, no hay nada más importante que saber qué pasó y qué puede aportar en la causa».
Asimismo, la abogada del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, Elizabeth Gómez Alcorta, recordó los deberes del funcionario de dar “publicidad a los actos de gobierno” y recalcó que de ninguna manera puede entrar este supuesto secreto en “colisión con el derecho a defensa del imputado”.
AMIA y DAIA deslindan a Beraja
Otra de las revelaciones de la segunda jornada del juicio fue que las querellas de la AMIA y la DAIA no señalaron al ex presidente de la DAIA, Rubén Beraja como miembro del entramado espurio que embarró la búsqueda de pistas concretas en el caso.
Al respecto, Sergio Burstein, del 18J, sostuvo que “la decisión de la AMIA y DAIA es consecuencia de un pensamiento que ya prevalece desde hace mucho tiempo en esas organizaciones”. Y agregó: «Es un poco contradictorio. Cuando se reunieron en la DAIA para analizar si lo acusaban, el abogado Daniel Grossman, dijo: ‘Qué tanto lío, ¿quién no sabía del pago?’. Claro que se sabía, pero había que cubrirlo. Es una vergüenza ¿cómo un presidente de la DAIA va a estar incorporado en la causa del encubrimiento de la desviación del atentado a la AMIA?».
Asimismo, Burstein afirmó que: «Las entidades privilegian no manchar su buen nombre y honor, dejando de lado la dignidad de las víctimas y que la verdad verdadera surja, más allá de los nombres y apellidos. Esta situación se agrava con la falta de acusación de los fiscales. Lo más triste es que todo el mundo se fija y observa que el ex presidente Menem no está presente en el banquillo de los acusados por distintos artilugios, pero nadie dice una palabra de que no hay un solo dirigente de la DAIA y la AMIA sentados en la querella, están los abogados. No asisten los dirigentes y es una prueba cabal de la poca importancia y el poco compromiso que tienen».
Tanto la fiscalía y las querellas de Memoria Activa y el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos sí señalan las responsabilidades de Beraja, presidente de la DAIA al momento del atentado y quien fuera querellante por la entidad. En cambio, en el requerimiento de los representantes de las entidades, más de 40 páginas se dedican a deslindar de responsabilidades a su ex presidente. “La obligación de esclarecer el hecho y enjuiciar a sus culpables resulta un deber intransferible del Estado”, expresaron. Y recordaron que el juicio que tuvo en el banquillo a los ex policías, contó con el aval “no sólo por el entonces juez de instrucción, los entonces fiscales de instrucción (Mullen, Nisman y Barbaccia), sino por las restantes instancias superiores del sistema judicial, e incluso, como se dijo, al menos hasta el dictado de la sentencia, por el fiscal de juicio oral ante el TOF3”.