Chirac agregó que “si estamos hablando de una estrella de David, la mano de Fátima o una pequeña cruz, eso es aceptable, pero cuando son muy obvios, en otras palabras, cuando si son llevados se puede ver inmediatamente a qué fe pertenecen, eso no debería ser aceptado”.
Posteriormente en sus declaraciones, Chirac dijo que la prohibición también debería regir para hospitales.
El Presidente francés dijo que llevar tales símbolos amenaza la cohesión del pueblo francés y la separación entre iglesia y Estado en Francia.
“La secularidad es uno de los grandes logros de la república”, dijo Chirac. “Desempeña un papel crucial en la armonía social y la cohesión nacional. No debemos permitir que se debilite”.
También dijo que no es partidario de implementar nuevos feriados estatales en honor a distintas religiones, además de las festividades ya aceptadas. Chirac dijo que Francia, cuyas poblaciones musulmana y judía son las mayores de Europa, debe seguir siendo una sociedad multicultural.
Según una encuesta publicada, la mayoría de los consultados coincide con Chirac. El sondeo, publicado en el diario Le Parisien, de la capital francesa, mostró que el 69% está a favor de una prohibición de llevar pañuelos en la cabeza y otros símbolos religiosos.
Se trata de un triunfo de la secularización y de la democracia francesa. La revista ‘Símbolo’ de la masonería argentina (Nº 79, noviembre-diciembre del 2003) publica un informe sobre la reunión de Chirac (que no es masón) con las autoridades del Gran Oriente de Francia.
Chirac pronunció un discurso con motivo de haberse cumplido el 275 aniversario de la formación de la primera logia masónica moderna en Francia. Los masones galos preparan una manifestación popular en apoyo del laicismo.
El Gran Oriente de Francia y la Gran Logia instituciones de la masonería gala, habían advertido sobre el avance del integrismo religioso sobre las instituciones laicas y democráticas.
