Denuncia de abusos contra refugiadas

Revelan abusos a mujeres presas por pedir asilo en el Reino Unido

Las mujeres que son detenidas al buscar asilo en el Reino Unido son abusadas sexualmente y maltratadas física y verbalmente, lo que les genera nuevos traumas y tendencias suicidas, reveló una organización civil que protestará frente al Ministerio del Interior británico para pedir que no se detenga a los inmigrantes que solicitan refugio.
Por Camil Straschnoy

La ONG Mujeres por Refugiadas Mujeres (WRW) realizó un informe en el que entrevistó a 46 prisioneras del llamado Centro Yarl Wood de expulsión de inmigrantes, ubicado en Bedfordshire, un condado a unos 80 kilómetros al norte de Londres.
El gobierno británico opera 12 de estas cárceles que alojan a quienes no tienen permiso para ingresar al país y se niegan a abandonarlo de forma voluntaria, incluyendo a aquellos que solicitaron asilo y todavía no les fue concedido.

Si bien la muestra del trabajo es pequeña, considerando que en 2012 un total de 1.902 mujeres que llegaron al Reino Unido para pedir asilo fueron detenidas, una de las consultadas dijo que fue abusada sexualmente por un oficial, tres que sufrieron violencia física y el 50% fue maltratada verbalmente, incluyendo agresiones racistas y de género.
Las entrevistadas también indicaron que fueron vigiladas por guardias hombres que se metían en sus habitaciones cuando estaban desnudas o incluso cuando iban al baño.

«El gobierno sostiene que las mujeres no son controladas por hombres, pero sabemos que no es así», indicó Sophie Radice, directora de comunicaciones de la WRW, en declaraciones a Télam.
Si bien las detenciones deberían ser temporales, el 75% de las mujeres con las que habló la organización llevaban privadas de su libertad más de dos meses, con un caso que alcanzó los 11 meses.
«No existe un plazo establecido del tiempo en que están adentro y esa indefinición provoca varios trastornos», comentó Radice.
Estas condiciones de arresto, para mujeres que escaparon de su país por ser violadas, torturadas o ser forzadas a la prostitución, les genera nuevos problemas físicos y mentales.

«Fui torturada en mi país de origen y ahora sufro una segunda tortura por parte de Migraciones. Estar otra vez detenida me trajo todos los recuerdos», señaló una mujer que viajó a Inglaterra para buscar refugio luego de ser violada por la policía en Zimbabwe.

De acuerdo al informe, un 22% de las prisioneras intentaron suicidarse en la cárcel y un 33% expresó que la detención les trajo problemas como psicosis, estrés postraumático, depresión, insomnio y alucinaciones.
«Estas mujeres no cometieron ningún crimen sino que vinieron al Reino Unido para buscar un refugio de la persecución», indicó Meiten Acvil, una estudiante de Ingeniería Mecánica que estuvo presa en Yarl´s Wood junto a su madre cuando tenía 13 años.
«Si una mujer ya experimentó la violación, tortura y la cárcel en sus país, estar encerrada las deprime y produce tendencias suicidas», agregó.

La escritora británica Zadie Smith también condenó la situación y denunció que las mujeres «son detenidas indefinidamente sin fecha de liberación y transportadas en la parte trasera de camionetas, generalmente de noche y esposadas».

La autora de la novela «Dientes blancos» explicó que «no es coincidencia» que Yarl´s Wood esté ubicado en un entorno rural en Bedforshire y sentenció: «Ojos que no ven, corazón que no siente».

El mes pasado, otro informe, en ese caso de una dependencia del Ministerio de Justicia británico, reveló maltratos en el centro de detención para inmigrantes Harmondsworth, ubicado junto al aeropuerto de Heathrow, en el oeste de Londres.
Ese trabajo concluyó que la cárcel mantuvo con esposas a personas con enfermedades terminales, que por su condición no podían estar presos ni ser deportados, además de retener a prisioneros más tiempo del permitido.

Para concientizar sobre estos centros para inmigrantes y las condiciones en las que operan, WRW organizó una protesta el próximo jueves frente al Ministerio del Interior británico en Londres.
«Creemos que las personas que solicitan un refugio en el Reino Unido no deben ser privadas de la libertad mientras sus casos son considerados», explicó Radice.
«El gobierno se mantiene firme en su política, pero si logramos una visibilización y sumamos apoyos en el Parlamento van a tener que responder», agregó.

Fuente: Télam.