Guiño a los colonos antes del diálogo con Palestina

Israel aprueba 708 casas más en Gilo

Luego de que Israel se comprometiera a congelar la construcción en los asentamientos, al menos hasta fin de año, para darle oxígeno al moribundo proceso de paz, la Autoridad de Tierras israelí hizo pública la licitación para la construcción de otras 708 casas en Gilo, el barrio del sur de Jerusalén ubicado en los Territorios Ocupados. Pocas horas después, Livni anunció la cancelación de la liberación de la cuarta tanda de prisioneros palestinos y la AP también endureció sus exigencias para retomar el diálogo.

La autorización se produjo horas después de que el primer ministro Bibi Netanyahu, y el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, se reunieran en Jerusalén para intentar retomar el diálogo con los palestinos.
Originalmente, estas residencias habían sido sacadas a licitación en noviembre de 2013 y enero de este año, pero no se concretaron ofertas porque los contratistas afirmaban que el precio de partida era muy alto. Como ahora el precio fue rebajado, tal como confirmó el diario Haaretz que anunció el Ayuntamiento de Jerusalén, se avanzaría en la edificación.
Gilo es un barrio con población mayoritariamente emigrada de Rusia en los años ‘90, que ya había sido beneficiado en agosto del año pasado con otra ampliación de 890 unidades.
Aquella tanda fue previa a la liberación de los primeros 26 presos palestinos, de un total de 104, que Netanyahu se comprometió a excarcelar durante los primeros nueve meses de negociaciones, un período que finaliza en breve, el 29 de abril, sin que se haya registrado ningún avance significativo. Desde entonces, las liberaciones de reclusos han venido precedidas o sucedidas de ampliaciones en los asentamientos, en lo que se entendía como un guiño a los socios de ultraderecha del gabinete –Casa Judía, especialmente, tercer socio en importancia, con 12 diputados-, contrarios a la salida de presos palestinos.

Según la OLP, desde que en julio se retomó el proceso de paz, se habían comenzado a levantar 10.509 nuevas viviendas en colonias de Cisjordania y Jerusalén Oriental, donde Naciones Unidas dice que ya residen más de medio millón de colonos. Luego, en el último mes, se han anunciado cuatro bloques más de permisos (de 734, 184, 200 y 2.372 casas). En todo 2013 se duplicaron las residencias nuevas en asentamientos respecto a 2012, indica la central de estadísticas de Israel.
La supuesta congelación pactada durante la mañana del martes por Netanyahu ante Kerry sólo se aplicaría en Cisjordania, no en Jerusalén Este, y no afectaría a las infraestructuras públicas que el gobierno israelí decida habilitar.

Más allá de estas obras, desde el entorno del primer ministro se comprometieron ante el secretario norteamericano a prorrogar las negociaciones hasta 2015. No obstante, pese a que Israel se comprometió a liberar a los 26 presos que faltan para completar la tanda de 104 prisioneros encarcelados antes de los Acuerdos de Oslo, la ministra de Justicia, Tzipi Livni, anunció oficialmente luego de la última ronda de negociaciones con los palestinos la cancelación de esta cuarta tanda de liberación de prisioneros, según dijo, como represalia por la decisión de la Autoridad Palestina de actuar unilateralmente. Al respecto, Livni mencionó la negativa de palestina de detener las solicitudes de ingreso a quince organismos internacionales, cuando los términos del acuerdo que llevó a esta ronda de negociaciones explicitaban que los palestinos debían abstenerse de efectuar acciones en el ámbito internacional.
Con posterioridad al anuncio israelí, la AP difundió sus condiciones para reanudar el poco probable diálogo. Entre las que más rechazo generan en la contraparte israelí figuran: el reconocimiento de los límites anteriores a 1967 como las futuras fronteras de un eventual Estado palestino, con Jerusalén como su capital; la imposición de soberanía palestina en la Zona C de la Margen Occidental; el fin de las operaciones militares en los territorios; y permisos de “reunión” para unos 15.000 palestinos.