Polémica en Israel y una oportunidad para el debate

El hijo de Netanyahu y su novia no judía

La discriminación hacia el hijo del Primer Ministro de Israel y su novia no judía es una oportunidad para terminar con el rechazo irracional a los matrimonios mixtos, que el autor de esta columna atribuye a una instigación racista de los sectores ortodoxos y ultra ortodoxos de la comunidad.
Por Naum Kliksberg *

La noticia sobre el romance de Yair Netanyahu con Sandra Leikanger, una estudiante noruega que conoció en una universidad israelí, tuvo cobertura en casi todos los medios de Israel y causo una fuerte polémica. El dirigente del partido Shas, Arie Deri, y otros dirigentes ortodoxos, criticaron duramente al hijo del Primer Ministro Bibi Netanyahu. Uno de sus tíos, Hagai Ben-Artzi, hermano de la esposa de Netanyahu, dijo: «Si no rompe la relación con la novia estará escupiendo la tumba de sus abuelos».
Las verdaderas razones por las cuales rabinos ortodoxos en la actualidad fomentan en las comunidades judías rechazar y discriminar a los matrimonios mixtos y a sus hijos, tienen aspectos políticos y económicos detrás de los religiosos. La mayoría de los judíos que nos rechazan, cuando se informan en profundidad sobre el tema dejan de rechazarnos y de apoyar a los rabinos ortodoxos.
Ese rechazo hoy en día es una conducta irracional, inducida por rabinos ortodoxos en base a supuestos argumentos religiosos que no soportan el mínimo análisis.

Edgar Bronfman, presidente durante 27 años del Congreso Judío Mundial, manifestó que el rechazo a los matrimonios mixtos y a sus hijos se basa en conceptos racistas, parecidos al nazismo, sobre una supuesta pureza del pueblo judío, y recomendó abandonar esos conceptos.

Ese rechazo, además de ser una actitud no ética, en la actualidad está produciendo la extinción demográfica de los judíos de la diáspora, porque en el año 2013 más del 70% de los judíos y judías que se casaron en la diáspora lo hicieron con no judíos/as. Posteriormente, la mayoría de ellos y de sus hijos abandonan el judaísmo por el rechazo y las discriminaciones sufridas a manos de amplios sectores de las comunidades judías, cuyo origen se vincula a la prédica fomentada por rabinos ortodoxos.

Ahora que el Primer Ministro de Israel sufre en carne propia el rechazo y la discriminación hacia su propio hijo y su novia no judía, debe terminar con ese rechazo irracional presentando en el Parlamento el mismo proyecto que presentó Golda Meier en 1970, en donde proponía que el Estado de Israel reconozca como judíos a los descendientes de madre o de padre judío. De esta manera, estos matrimonios y a sus hijos tendrían los mismos derechos legales que a los matrimonios entre judíos, y terminaría con esas discriminaciones en la diáspora.
Con esa medida política se soluciona el problema. Los rabinos ortodoxos, si lo desean, podrán seguir con sus creencias y actitudes discriminatorias hacia los matrimonios mixtos y sus descendientes, pero ya no podrán perjudicar a nadie.

* Director de Matrimoniosmixtos.com