“Mantengo la esperanza, como la he mantenido hasta ahora, y estoy convencido de que las conversaciones que hemos mantenido en los pasados dos días han identificado e incluso resuelto varios problemas y han ofrecido nuevas oportunidades en otros apartados”, dijo John Kerry en un impasse entre sus encuentros con Abbas y Netanyahu.
Pero casi al mismo tiempo, al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, puso en duda el compromiso de los palestinos con la consecución de la paz. “Israel tiene dudas crecientes sobre la cuestión de su los palestinos están realmente comprometidos con la paz. Dos días atrás, en Ramala, el presidente Abbas recibió a unos terroristas como héroes. Es un escándalo alabar como héroes a los asesinos de mujeres y niños inocentes”.
Se refirió así a los 26 presos palestinos liberados por Israel como medida conciliatoria para reactivar las conversaciones, cuyo plazo finaliza el 29 de abril. Netanyahu se enfrenta a gran presión por las agrupaciones de víctimas israelíes de ataques palestinos y varios partidos de ultraderecha, que le acusan de haber facilitado que los liberados puedan reincidir, planificando y ejecutando ataques de nuevo.
No tuvo mejor recepción Kerry en Ramala. En las calles, decenas de manifestantes le acusaban de pro-israelí y rechazaban un acuerdo de paz a cualquier precio. En las pasadas semanas los oficiales de la Organización de la Liberación de Palestina expresaron su frustración por lo que consideran un creciente alineamiento del secretario norteamericano con las exigencias de Netanyahu, como el reconocimiento de que Israel es un Estado judío, desistir del derecho de retorno de los refugiados o la presencia militar israelí en el valle del Jordán.
Las dos reuniones de Kerry con Abbas en Ramala no fueron más fáciles que las que mantuvo con Netanyahu. El presidente palestino expresó dudas también de las verdaderas intenciones de Netanyahu y puso como ejemplo un inminente anuncio de expansión de los asentamientos en Cisjordania y Jerusalén oriental.
Sin embargo, para Kerry las crecientes frustraciones y acusaciones cruzadas obedecen al hecho de que ambas partes se están dando cuenta de que se acerca la hora de hacer grandes concesiones en el verdadero camino hacia un acuerdo de paz. Fuentes diplomáticas estadounidenses afirmaron que jefe de la diplomacia norteamericana tiene la intención de mantener intacta su presión para prorrogar las conversaciones después de abril. El mensaje transmitido a israelíes y palestinos está claro: EE UU abrirá el camino, ellos sólo tienen que recorrerlo, y si rehúsan hacerlo, suya será la culpa del fracaso.