En sus comienzos bíblicos, Tu Bishvat -que se festeja el 15 del mes de shvat (nombre acadio/babilónico)- no era una festividad sino una fecha que se utilizaba para contabilizar impuestos, entre un año impositivo y otro. Era la fecha en la cual se realizaba la separación de los frutos de los árboles: un árbol que daba frutos antes del 15 de shvat era considerado impositivamente del año anterior, mientras que si daba frutos después de este día era considerado contablemente para el próximo período fiscal.
La mención de esta fecha como un evento importante aparece por vez primera en la Mishna (S. II-III), junto a otras fechas importantes. Los cuatro comienzos de año son:
1. El primero de nisan, el comienzo del año para los reyes y las fiestas de peregrinación.
2. El primero de elul es el comienzo del año para el diezmo del ganado. Rabi Eleazar y Rabi Shimon dicen que es el primero de tishrei.
3. El primero de tishrei, es el comienzo del año para el año sabático (shmita) y de jubileo, para la plantación y las verduras.
4. El primero de shvat, es el comienzo del año para el árbol, como indica la escuela de Shamai, mientras que la escuela de Hillel dice que el 15 de shvat.
Según el Tratado Rosh Hashana 1:1. de la Mishna, vemos entonces que era uno de los «años nuevos» y de las fechas agrícolas en la época bíblica con un significado netamente administrativo y del cual lamentablemente no contamos con ninguna otra versión o descripción más detallada.
Luego de ser mencionada en la Mishna, Tu Bishvat fue ignorada durante casi diez siglos en el desarrollo cultural y religioso del judaísmo. Según algunos historiadores, los primeros testimonios de su «renacer» los encontramos recién con la noticia de la realización de una ceremonia especial para dicha festividad. La misma tuvo lugar en la mística ciudad de Tzfat, allá por mediados del siglo XVI, de la mano de uno de los grandes cabalistas (místicos judíos) de la época, el rabi Itzjak Luria, más conocido por el apodo de Ari Hakadosh, y que según dichas fuentes fue allí donde se implementó por primera vez la costumbre del Seder de Tu Bishvat, que incluye la ingesta de frutas secas, costumbre traída de Europa por los expulsados de España y Portugal llegados a la Tierra de Israel, hacia fines del S. XV.
Por otro lado, fuentes alternativas ubican dichos comienzos en las prácticas de los seguidores del falso mesías Shabetai Tzvi en la Turquía de finales del Siglo XVII, que consideraron a la fecha como la festividad de su líder y maestro. Estos «shabetaistas» crearon ceremonias especiales, cánticos y rezos y le integraron la costumbre de comer frutas.
Es de resaltar que el movimiento shabetaista primitivo, estuvo muy influenciado por las enseñanzas cabalísticas y los escritos místicos del Ari Hakadosh, causa por la cual podemos encontrar concidencias y puntos de encuentro entre ambas tendencias.
Seder de Tu Bishvat
La costumbre de realizar un «seder» (ceremonia ordenada y estructurada) en dicha fecha la encontramos detallada, un tiempo más tarde, en el libro Jemdat Iamim en el cual se denotan influencias shabetaistas. Aparecido en Esmirna, Turquía, allá por 1731-1732. En éste se indica la forma en que debe desarrollarse dicha ceremonia con rezos, cánticos, ingestión de frutas y lectura de diversos textos sagrados y de partes del Zohar (libro central de la enseñanza cabalística) relacionados con las frutas y los árboles.
A partir de la publicación de este libro y en el posterior complemento Pri Etz Hadar, veinte años después en Salónica, es cuando el jag se empieza a popularizar, y pasa a ser parte de las festividades del calendario hebreo. En primera instancia, entre las comunidades sefardíes de Turquía y los países de la zona del Medio Oriente y luego en las jasídicas del este europeo, estas últimas fuertemente influenciadas por el misticismo cabalístico en sus comienzos.
El seder establecido, tiene varios simanim (señales o componentes), que evocan al Seder de Pesaj tradicional. En el mismo, se beben también cuatro copas de vino, pero a diferencia del de Pesaj, el color de las copas de vino a tomar va cambiando gradualmente, comenzando por el blanco, pasando por el rosado y terminando en el tinto oscuro. Esta costumbre tiene varias interpretaciones como ser la que simboliza los cambios del clima y las estaciones. Desde el invierno, simbolizado por el vino blanco (el letargo, la palidez) pasando por el rosado (el comienzo de la primavera y el florecimiento) hasta llegar al rojo intenso del verano.
La costumbre de comer frutas, la vemos detallada en el texto Pri Etz Hadar, antes mencionado, en donde dicha ceremonia está compuesta por 32 frutas, divididas en cuatro categorías distintas (por lo visto, también equiparando a componentes del Seder de Pesaj): la primera categoría es aquella de las cuales sólo se come la cáscara, como el algarrobo; la segunda es aquella que se come la parte interna cercana a la cáscara, como el mango; la tercera, es la que se come toda la parte externa, como el dátil o la aceituna; y la cuarta es la que se come su parte interna, como ser la almendra.
La costumbre de comer frutos de la Tierra de Israel en los diferentes países de la diáspora cobró a partir de esta festividad un nuevo significado, que expresa la añoranza que los judíos de la diáspora sentían por la Tierra de Israel, y el anhelo de retornar a la misma. Estos son las conocidas como las Shibat Haminim (siete especies) autóctonas de la Tierra de Israel: trigo, cebada, vid, higo, granada, olivo y (miel de) dátil.
Tanto los shabetaistas como los cabalistas veían en la realización del citado Seder, de fuertes componentes místicos y mesiánicos, un acto de Tikún Olam (especie de corrección o reparación universal) para expiar pecados anteriores y para acercar la Gueulá – la redención completa de la humanidad.
Tu Bishvat, el sionismo y el Estado de Israel
A partir de los comienzos de la Primera Alía a Eretz Israel, en los años ’80 del siglo XIX, surge la necesidad de hacer reverdecer nuevamente la tierra, hacerla productiva y fortalecer la relación de la misma con los judíos que comenzaban a llegar a dichas playas.
La costumbre de plantar árboles en la Tierra de Israel la conocemos de la moshava Iesod Hamaalá, en el norte de Israel en 1885. Pero la idea de convertirla en una «Fiesta de la Naturaleza y los Árboles» fue del recordado maestro y educador de la moshava de Zijron Yaakov, Zeev Yavetz, que en Tu Bishvat del año 1890 llevó a sus alumnos al campo y los hizo plantar pequeños árboles (a pesar de no ser la época ideal para plantaciones), que luego se convertirían en parte del paisaje de los bosques que hoy florecen en el Estado de Israel.
En el año 1908 la Organización de maestros y maestras jardineras (primer sindicato hebreo en Palestina), decidió que Tu Bishvat se convierta en una fiesta de la naturaleza, una fiesta de plantaciones.
Yavetz y los primeros jalutzim (pioneros) crearon de esta manera una nueva tradición que se popularizó rápidamente y que continúa hasta el día de hoy.
Ya con la creación del Estado de Israel, el Ministerio de Educación declaró que Tu Bishvat sería en la red escolar nacional el Día del Cuidado de la Naturaleza; y la semana previa al jag, la Semana del Cuidado de la Naturaleza.
Como vemos, de la histórica cultural judía -multifacética y variada-, podemos rescatar los más diversos valores y contenidos: desde los esencialmente humanistas y pluralistas en algunos casos, hasta aquellos más actuales y relevantes a la realidad en que vivimos hoy, como ser la ecología y el cuidado de nuestro medio ambiente.
Jag HaTeba Sameaj: ¡Feliz Fiesta de la Naturaleza!