Candidato para la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires

Federico Tonarelli: “El macrismo desnuda su mirada empresarial respecto de la gestión de la Ciudad”

A fin de año, la Legislatura porteña debe elegir a los funcionarios que ocuparán el cargo de Defensor del Pueblo y sus cinco adjuntías. En ese contexto, el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos postuló a Federico Tonarelli, dirigente de vasta trayectoria en el movimiento cooperativo, como candidato a ombudsman de la Ciudad de Buenos Aires. Ex presidente de la Cooperativa BAUEN y actual presidente de la Federación Argentina de Cooperativas de Trabajadores Autogestionados (FACTA), la candidatura de Tonarelli también cuenta con el explícito apoyo de Tzavta, Convergencia y el ICUF.

Por Ariel Abramovich

“Mi postulación la hicieron entidades del movimiento cooperativo, al que pertenezco desde hace por lo menos 20 años”, comenta con orgullo Federico Tonarelli a Nueva Sión. Las entidades en cuestión son el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos (IMFC), la Confederación Cooperativa de la República Argentina (COOPERAR) y la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT). “En la actualidad soy Presidente de la Federación Argentina de Cooperativas de Trabajadores Autogestionados (FACTA) y Vicepresidente de la Cooperativa de Trabajo que gestiona el Hotel BAUEN, de la cual fui presidente desde 2009 hasta 2012”, agrega el dirigente, que atesora una militancia notable en el ámbito cooperativista. La misma se complementa con su paso como Tesorero de la CNCT de 2009 a 2011 y el cargo como vocal del Consejo de administración de COOPERAR que ocupa en la actualidad.

– ¿Por dónde debe encaminarse la tarea hoy de la Defensoría del Pueblo? ¿Qué es lo que habría que cambiar respecto del rumbo actual?
– Me parece que la Defensoría necesita más presencia pública. Ser un organismo más dinámico, con mayor difusión de su tarea en los barrios, dado que para esto cuanta con varias sedes descentralizadas. Pero aun contando con las sedes, el vecino no recurre al organismo porque desconoce sus funciones. De ahí la idea de trabajar ampliamente en la difusión de las funciones del organismo. Durante los últimos años se trabajó en la idea de que la defensoría protege derechos, sin embargo hace falta que la sociedad porteña reconozca a la defensoría como un ente al cual recurrir ante los abusos del Estado de la ciudad y/o las empresas prestadoras de servicios.

– ¿Qué opinión le merece la inminente y cuestionada inauguración de un shopping a cielo abierto en los terrenos del ferrocarril en la zona de Pacífico y el otro proyecto de IRSA para construir un nuevo centro comercial en Caballito, también en terrenos del Estado nacional?
– En el manejo del tema shoppings el macrismo desnuda su mirada empresarial respecto de la gestión de la Ciudad. Permanentemente se prioriza la generación de negocios en detrimento de una gestión orientada a la mejor calidad de vida de los vecinos. Según la Organización Mundial de la Salud, Buenos Aires se encuentra varias veces por debajo de los índices recomendables en cuanto a zona verde y área de esparcimiento por habitante, que debería ser entre 15 y 20 metros cuadrados. Y en el caso del proyecto para Caballito, particularmente el promedio es aún más bajo todavía, algo así como 1.37 m2. En esto se ve claramente el modelo de ciudad al que apunta el macrismo.

– Y en el caso del subte, ¿cómo analiza la gestión luego del traspaso de su administración a la Ciudad?
– En el caso del subte también se observa el modelo de gestión macrista. Se inauguran nuevas estaciones sin contar todavía con la infraestructura necesaria para absorber el impacto de la mayor cantidad de usuarios. Lo que hace que una buena medida como lo es la extensión del subte, redunde en un mal servicio a los usuarios. ¿Y cómo se piensa en solucionar la mayor cantidad de pasajeros y la falta de coches para aumentar la frecuencia frente a la nueva demanda? Simplemente, ¡aumentando la tarifa!

– En relación al transporte público, los carriles exclusivos para colectivos bautizados como “Metrobus” tuvieron serios cuestionamientos respecto al costo de las obras.
– El problema de las denuncias en los sobreprecios en la obra pública cruza a todos los gobiernos. El control ciudadano a través de organizaciones sociales y de los mismos organismos de control creados por la constitución, deberían intervenir en estas situaciones dada su competencia.

– Actualmente también está generando polémica el proyecto de cobrar el estacionamiento en más de la mitad de las calles porteñas…
– Desde el inicio de la gestión macrista en 2007, el gobierno de la Ciudad desalienta el uso del automóvil particular y de ahí que se promueva el uso de las bicicletas y del transporte público urbano. Ahora, con la implementación del cobro por estacionamiento en gran parte de la ciudad, la línea continúa siendo la misma. Ahora bien, el problema es bastante más complejo y no creo que pueda solucionarse únicamente con estas medidas. Debería trabajarse en una salida integral para el área metropolitana. Mejorar el transporte público más allá de extender el subte y el Metrobus para que efectivamente el transporte público sea una opción real al uso del automóvil. Pensar en que cobrando por estacionar en el 50% de las calles de la ciudad se desalienta el uso del automóvil es tener una mirada sesgada frente a un problema muy complejo.