El accionar intolerante y los panfletos de carácter antisemita constituyen un agravio a la memoria de los mártires de la Shoá y un burdo intento de impedir el diálogo fecundo que hoy enriquece las relaciones judeocristianas.
El categórico rechazo de la calificada asistencia y las palabras del Sr. Arzobispo, quien señaló, “Queridos hermanos judíos, siéntanse en casa”, constituyen una contundente respuesta a los enemigos de la convivencia armónica y del respeto recíproco.
Dr. Jorge Knoblovits
Secretario General
Dr. Julio Schlosser
Presidente