Luego de las declaraciones de la dirigencia de la DAIA, Solanas envió una carta a las entidades judías. Su intención fue echar luz sobre su postura respecto al Estado de Israel, pero poco aclaró en torno a las controvertidas afirmaciones de la carta que firmó en el año 2007. Además, habló en nombre de su actual filiación política en lugar de hacerlo en el propio.
Desde la DAIA, tanto Schlosser como el vicepresidente de entidad, Waldo Wolff, se manifestaron «sumamente preocupados» por expresiones hacia el Estado de Israel vertidas hace poco más de seis años, que en el debate de candidatos a senadores llevado a cabo en TN Fernando «Pino» Solanas sostuvo «no recordaba», pese a haber firmado la misiva dirigida al ex presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, el 28 de febrero de 2007.
Durante el debate, Daniel Filmus leyó la carta, en la que se decía que la investigación de la justicia argentina sobre la causa AMIA era «funcional» a la estrategia «guerrerista de EE UU y de Israel», y al terminar de leer el texto, el senador y el candidato kirchnerista le preguntó a Solanas: «¿Vos firmaste esta carta, Pino?», a lo que el candidato de UNEN respondió: «No, no me acuerdo».
Al respecto, Schlosser señaló que: «Cuando uno adopta una posición, que podemos compartir o no, lo menos que puede hacer es defenderla. Ahora, alegremente, el señor Solanas no se acuerda lo que firmó», expresó. El dirigente comunitario también destacó que Solanas votó en contra del acuerdo con Irán por la investigación del atentado a la AMIA, una llamativa contradicción respecto a la que Schlosser dijo “no entender” la postura del diputado. “Votó en contra del memorando pero firmó esa carta en 2007, son definiciones contrapuestas. No termino de entender cuál es el pensamiento real de Pino. Debe aclarar y dar una explicación”, enfatizó.
Por su parte, Wolff recordó que la carta de aquel entonces “trata al Estado de Israel de utilizar el terror a fin de lograr sus objetivos expansionistas y de estar inhabilitado moralmente para librar cualquier lucha contra el terrorismo. Los firmantes allí expresaron que como ciudadanos argentinos rechazaban enfáticamente el dictamen judicial que insistía en involucrar a la República de Irán en el atentado”.
Asimismo, el vicepresidente de la DAIA afirmó: “Esta persona -refiriéndose a Solanas- acaba de firmar en contra del Memorándum de entendimiento, pero hace seis años salió a decir que consideraba al dictamen una mentira o una operación política. Por ello necesitamos que ante la Comunidad Judía argentina aclare cuál es su verdadera posición”, sentenció.
“Como representación política necesitamos y tenemos la obligación de estar muy atentos a los temas que tengan que ver con la defensa de nuestros intereses. Sobre todo en relación al Memorándum y al posicionamiento de Argentina respecto del atentado más grande en su historia”, expresó Wolff, quien agregó que: «Esperamos que el señor Solanas manifieste que ya se distanció de esas posiciones. Ellas marcaron posturas extremadamente hostiles y agresivas, reivindicando incluso al entonces régimen iraní, que justamente no se destacaba por defender las libertades individuales ni los Derechos Humanos”, concluyó.
Aclaración a medias
Luego de las declaraciones de la dirigencia de la DAIA, Solanas envió una carta a las entidades judías. Su intención fue echar luz sobre su postura respecto al Estado de Israel, pero poco aclaró en torno a las controvertidas afirmaciones de la carta que firmó en el año 2007. Además, habló en nombre de su actual filiación política en lugar de usar la primera persona.
En su misiva, el cineasta manifestó que con motivo de la celebración del Año Nuevo Judío, visitó la Sociedad Hebraica Argentina, y que en dicha oportunidad manifestó ser solidario con el pueblo judío por su sufrimiento en el Holocausto. “No deben quedar dudas que desde Proyecto Sur y UNEN consideramos absolutamente legítima la existencia del Estado de Israel y su derecho innegociable de vivir de paz y en seguridad”.
En otro tramo de su respuesta, Solanas dijo que la controvertida carta del año 2007 reflejaba “la voluntad de los firmantes, no significaba el apoyo a determinado gobierno, sino una denuncia contra la manipulación inaceptable de la tragedia de la AMIA”.
No obstante, la respuesta volvió a irritar a la dirigencia de la DAIA al enfocar la investigación del atentado a la AMIA exclusivamente en el ámbito de la conexión local. Al respecto, Solanas afirmó: “Lejos de sustentar una actitud que pueda interpretarse equivocadamente, nuestra posición continúa exigiendo la apertura de los archivos secretos locales, en tanto somos profundamente solidarios con las víctimas, familiares y amigos de la AMIA y nos indigna la manipulación de esta tragedia con fines políticos, mientras se ejerce una complicidad de hecho con los asesinos locales, al negar sistemáticamente la posibilidad de realizar una investigación seria y profunda sobre el atentado más grande de la historia de nuestro país”.
Luego de breves declaraciones que Solanas formuló después de enviar su respuesta a la DAIA, en donde cuestionó la actuación de la entidad en la investigación del atentado a la AMIA, volvió a manifestarse Waldo Wolff, vicepresidente 1º de la entidad: “Sembrar dudas sobre la víctima habla de quien las siembra”, respondió.
“No solo dejó sin aclarar los anteriores temas respecto de los cuales la comunidad tiene dudas, sino que además siembra sospechas respecto de nuestro compromiso para con el esclarecimiento de la causa; es definitivamente inadmisible”. Y agregó: “Esta clásica expresión de manual no nos sorprende proviniendo del diputado”.
Finalmente, el dirigente comunitario sostuvo que: “Una carta con términos tan contundentes y ofensivos, que molesta tanto a la comunidad judeoargentina y afecta a la causa (judicial por ese ataque terrorista) no se resuelve con una visita entre gallos y medianoches a una afiliada”.
Asimismo, también recordó que curiosamente ni Solanas ni Carrió ni algún otro candidato a senador o diputado nacional del Frente UNEN participó en los encuentros que organiza la entidad, sino solo los postulantes a legisladores porteños Gustavo Vera y María Inés Gorbea.
