Es muy emocionante estar aquí hoy en día junto con miles de mujeres y hombres que comparten el sueño de sionismo, socialismo y la hermandad entre los pueblos. Un sueño que completo es más que la suma de sus partes, porque sin una de las partes todo el sueño se desequilibra.
Hashomer Hatzair es la madre espiritual de todos nosotros. De ustedes, de Meretz, y el mío. Fue el primer movimiento político que durante muchas décadas entendió que un nacionalismo no es justo si no es acompañado por el valor de la igualdad, si no lleva a cabo los valores de la justicia social y la hermandad de los pueblos, en solidaridad con nuestros vecinos.
El sionismo, el socialismo y la hermandad de los pueblos. Juntos. Sin separar sus componentes. Estos son fundamentos ideológicos establecidos por Hashomer Hatzair y la base de la izquierda israelí.
El sionista de Hashomer Hatzair construyó un país para ser parte de la familia de las naciones. Ustedes son nuestros socios para construir una real democracia social, que implica el respeto y la solidaridad a la persona humana en tanto tal, independientemente de la religión, las creencias, el sexo, la orientación sexual.
Nuestro sionismo es laico, democrático e igualitario. No mesiánico.
Nuestro sionismo es el opuesto de la ocupación y la colonización.
Nuestro sionismo no está en contra el mundo, sino que es parte de él.
Por desgracia, en los últimos años domina un espíritu diferente. Espíritu del mal. El que se ve en la política económica, y el proceso político. O mejor dicho, la falta de un proceso político.
El actual presupuesto nacional no tiene precedente por su crueldad -con la subida del IVA, con una imperdonable violación a pobres, ancianos y enfermos, que hipócritamente beneficia a los ricos y sigue engañando al pueblo metódicamente.
Y lo peor es que hay una alternativa. Hay 300 millones de dólares que la División de Asentamientos recibe cada año para legalizar asentamientos que están fuera de la ley. Esto se hace a la cuenta de camas en los hospitales de la periferia. Otros miles de millones son otorgados como beneficios a las grandes empresas corporativas.
El actual gobierno, como el que le precedió, al oír la palabra socialismo le da horror. Es alarmante que considera que la política económica no es algo diseñado para aumentar la igualdad, aumentar la rentabilidad, mejorar la educación y proporcionar al ciudadano una red de seguridad social del Estado.
El gobierno prefiere anteponer el mercado a la gente. El dinero y no el maestro, la enfermera o el trabajador social. Prefiere reunirse con magnates en lugar que con los desempleados.
Pero hay personas que se oponen, que se revelan y Hashomer Hatzair está entre ellos. Lentamente una nueva protesta social contra Netanyahu, Bennett y Lapid comienza a hervir. Poco a poco, nuestro campamento se rehabilita y crece, y se prepara para conquistar el poder.
Llegamos al punto en que la decisión de Israel será entre la democracia y la ocupación. Creo que al final Israel elegirá la democracia, el pueblo de Israel elegirá la hermandad de los pueblos y no un conflicto sangriento.
Y nuestro trabajo, el del movimiento, es continuar en la lucha, porque nuestro camino es el único que lleva a un futuro de paz y prosperidad. El sionismo, el socialismo y la fraternidad es la izquierda. Y la izquierda es también una oportunidad para Israel. La prosperidad de Israel. La esperanza de Israel. No va a pasar mañana. No va a suceder de inmediato. Pero va a suceder.
Esto sucede debido a que el sueño del sionismo, el socialismo y la fraternidad entre los pueblos es un sueño victorioso. Es el sueño de los fundadores del Estado y es el sueño sin la cual no habría un estado.
Jazak Ve’ematz.