Yibril Rayoub:

“Apoyamos los Acuerdos de Ginebra porque Sharón los rechaza”

No tenía previsto volar a la ciudad suiza pero el “rais” le ordenó que supervisara en primera persona el lanzamiento de la iniciativa de paz más ambiciosa y detallada de la historia convulsa de Oriente Próximo. Y él, como casi siempre, obedeció. No le importa hablar unos minutos delante de las cámaras de medio mundo pero resulta mucho más difícil llevarlo a un rincón y que acepte una charla en profundidad. Se sabe el objetivo de casi todos los periodistas internacionales. Es la voz de Yasser Arafat en Ginebra, justo 24 horas después de que en Ramallah se asistiera al principio de una telenovela de final incierto que demostró que ni Al Fatah apoya, en bloque, los Acuerdos de Ginebra ni es oro todo lo que reluce en la “Mukata”, pese al obligado mensaje de Arafat leído en la ceremonia de la firma del Acuerdo. No obstante, los buenos oficios del nuevo embajador de la Autoridad Palestina (AP) en Berna, Anis al-Qaq, obran el pequeño milagro y Yibril Rayoub, el hombre fuerte hoy en día en materia de seguridad dentro del liderazgo palestino, accedió a conversar con el enviado del periódico español ABC.

Por Juan Cierco (Desde Ginebra)

¿Qué significan para la ANP los Acuerdos de Ginebra?

Es una iniciativa positiva que puede ser mejorable y que tiene cosas que discutir. Supone un claro mensaje a las partes que están en contra de la paz de que tienen que asumir sus responsabilidades y actuar en consecuencia. Supone, en definitiva, una presión añadida a esos enemigos de la paz de ambos lados.

¿Yaser Arafat apoya los Acuerdos de Ginebra?

Desde que se comenzó a negociar esta iniciativa de paz Arafat estuvo informado en todo momento. No está de acuerdo con todo lo que aparece en el documento final, y hay cosas por supuesto, como el asunto de los refugiados palestinos, que no deben ser decididas por representantes de la sociedad civil sino por los líderes políticos elegidos por sus pueblos en una mesa de negociaciones. Pero, en general, se puede decir que Arafat sí apoya estos acuerdos, aunque la otra parte no los haya aceptado.

¿Y Al Fatah? ¿Y la ANP?

Por supuesto que hay voces discrepantes en el seno de Al Fatah y de otros muchos partidos políticos. Pero eso es muy sano. Eso demuestra que la sociedad palestina es una sociedad democrática en la que cada uno puede expresar su opinión libremente. Ningún acuerdo de paz con Israel, ni los negociados en el pasado, ni éste, ni los que puedan surgir en el futuro ha recibido, o recibirá, el apoyo del cien por cien de los políticos o de los ciudadanos.

Pero son muchas las voces discrepantes y de mucho peso…

Ni muchas ni pocas. No insista. Nosotros apoyamos los Acuerdos de Ginebra aunque reconocemos que no son un documento oficial. Además, qué mejor para apoyarlos que el rechazo radical que ha mostrado Sharón hacia ellos. Con su posición, Sharón se aísla aún más dentro y fuera de Israel y eso nosotros tenemos que aprovecharlo.

¿Qué puede esperarse de las negociaciones que se abren esta semana en El Cairo para sellar una nueva tregua de las facciones palestinas?

La posibilidad de una tregua está sobre la mesa. Pero ésta, a diferencia de la “hudná”, no le saldrá gratis a Israel. Si Israel quiere una tregua tendrá que comprometerse con ella y poner fin a los castigos colectivos, a la represión, a la construcción de más asentamientos y del muro.

¿Hay posibilidades de resucitar el “Mapa de Rutas”?

Esa pregunta debería hacérsela a Sharón. El es el único que tiene el poder para que el “Mapa de Rutas” pase de la retórica a la práctica. Si Sharón quiere seguridad para su país, para su pueblo, ahí tiene con la “Hoja de ruta” la posibilidad de ofrecérsela. Pero si apuesta a mantener la ocupación, por construir más asentamientos, por seguir levantando y extendiendo el muro, el “Mapa de Rutas” morirá en el intento como han muerto tantos otros planes de paz o de seguridad.

¿Confía en algún resultado concreto de una previsible reunión entre Sharón y Abu Alá?

No caeremos dos veces en la misma trampa. Abu Mazen se reunió con Sharón sin tener la seguridad de obtener algo a cambio que beneficiara la vida cotidiana de los palestinos. Si Sharón no se compromete antes del encuentro a levantar los controles militares, a poner fin a los asesinatos selectivos y a las operaciones en nuestras ciudades, si no levanta el cerco a Arafat, la reunión en sí misma no tendría mucho sentido.

Pero Sharón ha dicho que no aceptará condiciones previas al encuentro.

Ya veremos. Él puede dar pasos al frente que demuestren su buena voluntad y ayuden a crear un ambiente positivo. Si se atreve, Abu Alá aceptará mantener esa reunión que ahora parecen desear ellos más que nosotros.

¿Cómo resultó su encuentro en Londres con Omri Sharón?

Bueno. Hablar siempre es bueno aunque no se llegue a acuerdos inmediatos. El problema fue que se levantaron demasiadas expectativas; no era más que una reunión informal entre representantes palestinos e israelíes, y cuando se comprobó que las diferencias seguían siendo muy importantes, también se exageró su resultado negativo. Pero es verdad que la sensación que a uno se le queda muchas veces después de hablar con colaboradores del actual Primer Ministro de Israel es que con Sharón la paz es muy difícil.