El Acuerdo de Ginebra

La división palestina

Arafat se comprometió con el plan cuando autorizó que delegados oficiales palestinos viajen a la ciudad suiza. Militantes de Al Fatah trataron de impedir que la delegación cruce la frontera egipcia para tomar el avión que los llevaba a una nueva esperanza para la región. Si bien el acuerdo a suscribirse no es oficial, tiene el apoyo de grandes personalidades de la política internacional y ya dispone de una buena corriente de opinión pública a favor. Entre ellos, un 13% del electorado que votó a favor del Likud de Sharón en las últimas elecciones israelíes.

El Acuerdo de Ginebra ha abierto una delicada brecha en el seno de Al Fatah: este fin de semana pasado, varios integrantes del partido de Arafat expresaron abiertamente su oposición a la iniciativa por considerar que, a través de ella, los palestinos renuncian al derecho de retorno de los refugiados y crean un precedente que se volverá en su contra cuando se celebren las negociaciones con Israel para conseguir un acuerdo de paz oficial.
Esta brecha se hizo más pública cuando unos 200 manifestantes, incluidos simpatizantes de Al Fatah, se abalanzaron sobre la delegación que cruzaba la frontera con Egipto para acudir a la firma del acuerdo que se concretará en medio de una gran atención de los medios de comunicación internacionales. Los manifestantes llamaron «traidores» a los delegados e intentaron golpearlos cuando se disponían a atravesar la frontera. Policías palestinos desarmados tuvieron que proteger a los delegados y controlar a los agresores.

El respaldo de Arafat

La tensión en el seno de Al Fatah fue tal que los delegados del partido de Arafat afirmaron que no viajarían a Ginebra si no recibían un respaldo expreso de sus dirigentes. Fue el propio Arafat, a media tarde del domingo 30 de noviembre, el que autorizó a los delegados a viajar. Entre los palestinos que asisten a Ginebra figuran Yibril Rayub, consejero de Arafat, dos diputados y dos ministros.
«Habíamos dicho que no íbamos, si no recibíamos una autorización expresa de Al Fatah. Pues bien, ya hemos recibido esa autorización clara del jefe de la Autoridad Palestina», declaró el diputado Qadura Fares.
Incluso entre los dirigentes de Al Fatah que estarán en Ginebra hay varios que rechazan las condiciones del acuerdo. «Las propuestas del documento sobre el tema de los refugiados palestinos son completamente inaceptables. Condenamos a todos aquellos que han conspirado contra el derecho de retorno», manifestó Rauf Barbaj, uno de los líderes de Al Fatah en la franja de Gaza.
A pesar del barullo político, sin embargo, la mayor parte de los palestinos se muestran favorables al acuerdo, y así lo confirma un sondeo reciente. En general, los palestinos quieren acabar de una vez con la ocupación, y están dispuestos a hacer todo tipo de concesiones para que el Ejército israelí salga cuanto antes de los territorios ocupados.

Preocupación israelí

El Primer Ministro israelí, Ariel Sharón, se ha manifestado reiteradamente contrario al acuerdo, ya que lo considera «muy dañino» para los intereses de Israel.
El documento que se suscribirá en Ginebra, de 50 páginas, contempla una retirada israelí de la mayor parte de los territorios de Cisjordania y Gaza, lo que implicaría el desmantelamiento de casi todos los asentamientos judíos.
Los israelíes también ven con preocupación la actitud del secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, con respecto a los firmantes del acuerdo. Durante los últimos días han corrido rumores según los cuales Powell está dispuesto a reunirse con sus dos principales promotores, el israelí Yossi Beilin y el palestino Yaser Abed Rabbo, algo que a Sharón lo irrita de sobremanera.