Finalmente, sobre el cierre de esta edición se llevaron a cabo las elecciones en la AMIA. El domingo 7 de abril los socios concurrieron a votar mostrando una real vocación de participación: esta vez lo hizo el 57.6% de los habilitados para sufragar.
Fue una jornada ejemplar, no hubo ningún tipo de incidentes y luego de un escrutinio en el que parecía que Acción Plural Comunitaria (APC) podría imponerse, aunque ajustadamente, nuevamente logró alzarse con la primer minoría el Bloque Unido Religioso (BUR), que obtuvo un 42.60% que se traduce en 38 electores; segundo lugar fue para Acción Plural Comunitaria (APC) con el 38,05% con 34 electores; tercero Amia es de Todos, con el 14.94%, obteniendo 14 representantes, y en último lugar la lista encabezada por el ex presidente de la OSA , el Ing. Manuel Junowicz, quién obtuvo cuatro mandatos al lograr el 4.41% de los votos.
No se puede dejar de señalar que si bien la elección es indirecta, ya que se eligen 90 miembros del RAT –la asamblea de representantes que designa a la Comisión Directiva-, al hacerse bajo el sistema proporcional puro, sin piso, la cantidad de representantes que obtiene cada lista es proporcional a los votos obtenidos. Si bien esto puede demorar el proceso de conformación de la Comisión Directiva, su composición refleja fielmente la expresión de los asociados. Esta característica del sistema electoral tiene aspectos positivos -como el ya descrito- y otros no tanto, como ser el alentar a disidentes de algún movimiento o coalición a presentarse para conseguir delegados propios y de esta forma poder incidir en la elección de la Comisión Directiva.
En esta oportunidad la elección estaba, en principio, bastante polarizada entre el BUR (ortodoxia) y APC (movimientos políticos comunitarios de centro y centro izquierda, el movimiento conservador –religioso-, dirigentes de escuelas y socio deportivas). Con este escenario a la vista y teniendo en cuenta los resultados de la elección pasada, en 2011, donde se registró un empate, el debate de fondo pasaba por abrir las puertas de la AMIA a todos los judíos, incluyendo a los convertidos por rabinos conservadores y a sus hijos y esto incluye el tema del cementerio. En definitiva, estaba en debate quién es judío. Pero unos cuarenta y cinco días antes de las elecciones, algo que se venía incubando, las negociaciones con Irán, terminó por patear el tablero, con la firma del memorándum entre Argentina y el gobierno fundamentalista de Irán y de alguna manera el escenario cambió.
Hubo quienes, en esta sociedad polarizada, se opusieron directamente por el sólo hecho de que su premisa es rechazar todo lo que haga el Gobierno, no importa el contenido. El presidente de AMIA cambió de posición tres veces: primero se pronunció en contra, luego a favor y luego en contra, todos en el término de pocos días. En cambio, Amia es de Todos, estuvo siempre en oposición, ya que el rabino legislador de PRO Sergio Bergman responde a su jefe político, Mauricio Macri, el mismo que nombró al Fino Palacios al frente de la Policía Metropolitana a sabiendas de que estaba imputado, y que en ejercicio del cargo fue procesado por encubrimiento en el atentado a la AMIA. A pesar de esto tuvieron el coraje de hacer una asamblea frente al Museo del Holocausto, repudiando el memorándum el día que se trataba en el Senado.
Algunas evaluaciones preliminares
Todo parece indicar que APC perdió votos al actuar con responsabilidad, no hubo un rápido pronunciamiento, porque evaluamos si había alguna posibilidad de avance en la causa en caso de concretarse la iniciativa gubernamental, y cuando visualizamos que no era así no dudamos en rechazar públicamente el memorándum, e incluso nos manifestamos en la plaza de los dos Congresos, donde el pueblo siempre se expresa cuando se trata algún proyecto de ley trascendente.
A su vez, Bergman, incorporó a su lista de candidatos al RAT al periodista Pepe Eliaschev y logró el apoyo del escritor Marcos Aguinis (el mismo que comparó a la juventud kirchnerista con las juventudes hitlerianas, mereciendo el repudio de gran parte de nuestra Comunidad) y al filósofo Santiago Kovadloff, los tres con pasado progresista y con participación en el primer gobierno de la transición a la democracia, de Raúl Alfonsín, cercano a la socialdemocracia europea, pero hoy fuertemente anti kirchneristas. Con este apoyo, Bergman logró darle un matiz laico y antigubernamental a su lista y obtuvo el efecto deseado: convertirse en árbitro de la situación al obtener casi el 15% de los votos. Si bien logró menos representantes que en su debut electoral de 2008, no se puede dejar de reconocer que al no haber integrado ningún frente, logró con lista propia más electores que en el 2011.
En tanto, el BUR, más allá de su zigzagueante actitud frente al memorándum, mantiene una política coherente con sus postulados y evidentemente logró consolidar su electorado con cinco años de gestión y con un programa claro.
Mucho se habla de no introducir la política nacional en la Comunidad, pero eso es de muy difícil cumplimiento, ya que desde el atentado la AMIA pasó a tener una visibilidad política nunca antes alcanzada, además en la era de las comunicaciones y la tecnología es prácticamente imposible encapsular los debates. Paradójicamente, quienes denunciaban a APC de ser apoyados por el gobierno –repitiendo maniobras ya realizadas en las elecciones de DAIA, e insistiendo con falsedades- son los mismos que tienen como líder a un legislador del PRO, quién encabezó la lista en las elecciones legislativas del 2011, con lo cual queda claramente demostrado que es una figura relevante dentro del partido de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Transformar las instituciones desde adentro
Más allá de los resultados, desde Acción Plural Comunitaria seguiremos trabajando para lograr los objetivos que nos hemos trazado desde hace dos años, es decir lograr una AMIA amplia, inclusiva y plural, y terminar con la antítesis judíos genuinos y no genuinos, para hacer honor a nuestros abuelos que cuando llegaban a nuestro país se asociaban a la AMIA, concretando los ideales de solidaridad y cooperación que siempre engrandecieron a nuestra Comunidad y al pueblo judío.
Ese es el legado que recibimos y que debemos transmitir a las nuevas generaciones, pero con la convicción clara de que los cambios y las grandes transformaciones se hacen desde dentro de las Instituciones y no cascoteando desde afuera. Esto no es solo posible, sino ineludible. La experiencia de la construcción de nuestra coalición es muy rica, ya que se logró abarcar una amplia representación comunitaria, pero que evidentemente no alcanzó para obtener la primera minoría, a pesar la muy buena elección que nos dio la segunda minoría, con poco diferencia en votos y electores con la primera. Justamente, fue buena elección porque muchos votantes nuestros quedaron como socios adherentes, sin poder votar, porque no fueron aceptados como socios plenos, de acuerdo a los parámetros de la ortodoxia y muchos otros, por estos motivos desistieron de asociarse.
Ahora nos queda consolidar a nuestra coalición como una fuerza que expresa a gran parte de nuestra Comunidad, muchos de cuyos miembros no pudieron votar porque no son reconocidos sus derechos. Es un deber ineludible del que no podemos claudicar: seguir luchando para que todos los judíos sin aditamentos sean parte de nuestra Kehilá, y para esto deberemos redoblar nuestro esfuerzo para que los socios con plenos derechos tomen conciencia de que tienen que participar y votar para incluir a sus hermanos, hoy relegados