Elecciones del 22 de enero, Meretz pasaría de 3 a 6 diputados

Algunas incertidumbres y una certeza

Las últimas encuestas que por ley podían publicarse hasta la realización de las inminentes elecciones en Israel, indican que a pesar del poco tiempo que queda, todavía hay un gran número de votantes indecisos, que dependiendo de la encuesta y las diferentes maneras de definir un "votante flotante", oscilan entre un 41 y 18%. Asimismo, entre un 30 y hasta un 40% del electorado no decidió siquiera si votará. Esto significa que más de la mitad de la población no sabe si va a votar o por quién. La mayoría de ellos se deliberan entre uno de los partidos de centro e izquierda, lo cual disminuye aún más su poder de influencia.
Por Efraim Davidi, desde Tel-Aviv.

El último sondeo de «Haaretz», publicado el 18 de enero, le adjudica 6 bancas a Meretz (que en el actual parlamento tiene 3 diputados) y 5 a Hadash –Frente Democrático por la Paz y la Igualdad–, el Partido Comunista de Israel (con 4 miembros en la Knesset actual). En general el bloque de centro-izquierda-partidos árabes tendría, de acuerdo a «Haaretz», 57 diputados en la Knesset entrante y el bloque derecha-extrema y derecha-partidos ultrareligiosos: 63. Es decir que no todo está jugado, teniendo en cuenta que el actual Primer Ministro de la derecha neo-liberal, Benjamín Netanyahu, expresa que seguirá ocupando su cargo gracias a «un vuelco a la derecha» de electorado en los próximos días.

«Vuelco a la derecha» que efectivamente existe en esa fracción. Particularmente el traspaso de votos del Likud-Beiteinu gobernante al nuevo y exitoso partido de derecha Habait Hayehud (El Hogar Judío – que llegará a 16 diputado según Haaretz), dirigida por el millonario Naftali Bennett, quien ha manifestado claramente que su partido desea unirse a un próximo gobierno de Netanyahu y que sería una «pareja estable, leal y práctica».
«Vamos a ser socios responsables», dijo Bennett. «No estamos llegando a un gobierno para romper con él dos meses después de unirnos. No queremos derrocar a un gobierno de derecha por asuntos menores. Siempre y cuando no se tome la decisión de entregar territorios, no hay razón para dejar el gobierno. Por el contrario, estamos llegando con una amplia visión madura, estadista, no meramente derechista o sectorial. Nuestra pasión, lo que nos motiva, es el bien de toda la nación de Israel». Bennett también dijo que no se opondrá a las autoridades, en caso de que un tribunal ordene la evacuación de un asentamiento en la Cisjordania ocupada.
Mientras que la «Tierra de Israel» (Eretz Israel) sigue siendo importante para Bennett, en un intento por ocultar el carácter extremista de su formación, dijo que las cuestiones territoriales no serán el enfoque principal de su partido en el futuro y probable próximo gobierno de derechas. Aunque la imagen de Habait Hayehudi tiende a ser asociada a la de un partido de extrema derecha, debido a su fuerte composición de miembros pro-colonias, Bennett ahora sostiene que su partido no es «de derecha sino de centro». Bennett trata, en vano, de disipar la preocupación de que su partido vaya a estar bajo la influencia de la extrema derecha como los rabinos Dov Lior, el rabino jefe de los asentamientos en Hebrón y Kiryat Arba, y Zalman Melamed, director de la yeshivá (escuela religiosa) del asentamiento Beit El, tristemente célebres por sus declaraciones racistas e incendiarias.

El partido Likud-Beiteinu (32 diputados según Haaretz), que venía haciendo campaña contra Bennett, dado que al captar votantes de derecha lo veía como una amenaza, ya está mirando con otros ojos a ese competidor y considerando la posibilidad de aliarse con él, según opiniones de algunos portavoces.

El socio de Netanyahu en el bloque Likud-Beiteinu, Yvette (Avigdor) Liberman, y el líder del partido ultra-ortodoxo Shas, Arie Deri, tuvieron un intercambio público en estos días a través de Facebook respecto de cuándo hay intención de comenzar las negociaciones de coalición. En el intercambio, Deri pidió a Liberman aceptar la entrada de Shas en la coalición próxima, incluso antes de las elecciones, mientras que Lieberman expresó su preocupación por las intenciones de Deri de unirse al bloque de centro-izquierda.
“Yvette, mi amigo, deje a un lado las historias y los giros. Usted y Netanyahu cerraron un acuerdo de gobierno en 2009, incluso antes de la elección. Netanyahu también cerró con Shas antes de las elecciones”, escribió Deri a Liberman. Así, Deri continuó ofreciéndose como sostén de la alianza nacionalista-religiosa-derechista y profundamente neo-liberal.

Estas maniobras destinadas a entronizar una nueva coalición más derechista y más propicia al ideario neo-liberal capitalista, contrasta con la actitud del laborismo (17 diputados según Haaretz) que se reivindica «centrista» y asume claras posiciones derechistas en lo que respecta al futuro de la ocupación de los territorios palestinos, y que no está dispuesto a todo tipo de colaboración con Meretz, Hadash y los dos partidos árabes: Balad (4 diputados según Haaretz) y la Lista Árabe Unida (Ra’am-Ta’al, 3 diputados de acuerdo a la última encuesta publicada). Según Haaretz, estos cuatro partidos sumarian 18 diputados. Hay que indicar que tampoco Meretz (que se reivindica sionista) quiere colaborar con Hadash y los partidos árabes.

Hasta aquí las incertidumbres que rodean las próximas elecciones. Pero existe una certeza: el número de aprobaciones de planes de construcción en asentamientos en la Cisjordania ocupada por parte de las autoridades israelíes creció en 2012 un 300% en comparación con los dos años precedentes, según un estudio publicado por Shalom Ajshav a comienzos de 2013.

El año pasado se aprobaron planes de construcción para 6.676 viviendas en asentamientos, la gran mayoría de ellos al este de la valla de separación, de acuerdo con el estudio. Mientras que en 2011 se habían aprobado planes para 1.607 viviendas y en 2010 apenas para medio centenar, debido a la moratoria de nueve meses en la construcción de asentamientos decidida ese año para incentivar a los palestinos a acudir a la mesa de negociaciones. Según la ONG, entre los planes de construcción aprobados en 2012 figuran 3.500 viviendas en la polémica zona E-1 entre Jerusalén Este y el gran asentamiento de Male Adumin, además de 523 para el asentamiento de Gevaot y más de 500 en la de Itamar, ambas en Cisjordania.
El informe de Shalom Ajshav indica también que el año pasado se inició la construcción de 1.747 viviendas en Cisjordania, más de una tercera parte de ellas al este de la valla de separación.
Asimismo, señala que cuatro nuevos asentamientos embrionarios (sin permiso de las autoridades israelíes) se crearon en 2012, uno como una extensión del de Itamar y otros tres cerca de las ciudades palestinas de Ramala, Qalqilyah y Nablus. En éstos últimos se edificaron 317 viviendas sin permiso de construcción.

Israel ha lanzado una intensa campaña de construcción en los barrios de Jerusalén Este y los territorios disputados de Cisjordania en represalia al reconocimiento de la delegación palestina como Estado observador por la Asamblea General de la ONU el pasado 29 de noviembre. En el mes de diciembre se dio luz verde a un bloque de 5.500 casas en los barrios de Jerusalén Este de Ramat Shlomo, Guiló y Givat Hamatos.