Informe de Telam sobre los comicios del 22 de enero

La izquierda israelí busca un milagro en las próximas elecciones

La amenaza iraní, la violencia con los palestinos y la inestabilidad regional tras la Primavera Árabe hacen que la izquierda de Israel no logre capitalizar para la próxima elección el apoyo de la población que afirma querer un proceso de paz con los palestinos.

Por Guillermo Lipis

Un reciente sondeo realizado por el diario israelí Haaretz indica que el 55% de los israelíes están a favor de realizar concesiones territoriales y reconocer al Estado de Palestina del otro lado de la frontera a definir, pero también creen que no es la izquierda israelí quien podría lograr ese acuerdo.
Alberto Mazor, un argentino habitante del kibutz Metzer, lindante con Cisjordania, lo explica pragmáticamente. «Nunca la izquierda va a negarse a apoyar un plan de paz.
Dicho de otro modo, siempre va a votar con la derecha si hay un plan de paz en el medio. En cambio, la derecha, si fuera minoría en la Knesset (Parlamento), se opondría drásticamente», dijo Mazor a Télam.

Esto lo ratifica Darío Teitelbaum, representante para el exterior del partido de izquierda Meretz, quien recuerda, en conversación telefónica con Télam que las concesiones territoriales más significativas realizadas en los últimos 35 años ocurrieron bajo gobiernos de derecha.
Por ejemplo, el del ex premier Menajem Beguin (que encaminó el proceso de paz con el egipcio Anwar el Sadat) y el de Ariel Sharon, quien entendió que su país debía abandonar Gaza para evitar tener que entregar ciudadanía a los palestinos y correr el riesgo de que Israel perdiera su condición de Estado judío.

Lo cierto es que, por una razón u otra, Teitelbaum asegura que uno de los problemas de la izquierda israelí es que «la derecha nos robó parte del discurso, y la violencia de ambos lados relega la idea de imponer nuestras ideas pacifistas».
Pero toda situación también genera oportunidades, y ésta no es la excepción. El momento más importante de Meretz fue en las elecciones de 1992, finalmente ganadas por el laborismo encabezado por Itzjak Rabin. En esos comicios Meretz logró 12 bancas (de 120) y tuvo un gran peso en temas relacionados con los derechos civiles y el movimiento Shalom Ajshav (`Paz Ahora`) que brega por el reconocimiento del Estado palestino y la coexistencia pacífica.

La defensa de los derechos ciudadanos y los movimientos pacifistas siguen siendo la columna vertebral de este partido cuyo ex líder, Yossi Beilin, fue el arquitecto del Acuerdo de Ginebra junto al negociador palestino Yasser Rabbo, asesor del difunto líder Yasser Arafat y ahora del presidente Mahmud Abbas.
Un sondeo realizado esta semana indicó que Meretz podría llegar a 6 ó 7 bancas para la constitución del próximo Parlamento en las elecciones del 22 de enero. «Meretz es la real opción de la izquierda socialista democrática en Israel, alternativa anticlerical que exige la separación entre religión y Estado y, por sobre todo, como ente central del sector pro paz en Israel», dijo Teitelbaum.

¿Qué hay a la izquierda de Meretz? El Partido Comunista, con una mayoría de adherentes árabes israelíes, que se declara abiertamente no-sionista.
También está Hadash, el Frente Democrático por la Paz e Igualdad, el único movimiento político con representación parlamentaria judeo-árabe.
Según quién lo mire, Hadash es definido como «el más consecuente abogando por la paz y condenando todo tipo de violencia», afirmó a Télam el académico uruguayo Gerardo Leibner, profesor de historia en la Universidad de Tel Aviv, o como el que «refleja voluntades que rasgan con cierto nacionalismo palestino», según Teitelbaum.
A los árabes israelíes simpatizantes de reivindicaciones extremas puede identificárselos, en algunos casos y dentro de sus aldeas, porque en el frente de sus viviendas suele flamear una bandera de Brasil, ya que tiene los mismos colores que los utilizados por el grupo chiita pro iraní Hezbollah.

Meretz parece ser el límite izquierdo de la política de acuerdos más o menos aceptados por la sociedad israelí media. Luego de la ofensiva de Israel en Gaza de noviembre pasado, Meretz reforzó una batería de propuestas pacifistas que, probablemente, no sean masivamente aceptadas en el seno de la sociedad. Pero, como afirmó Teitelbaum, «alguien tiene que proponerlo para mantener canales abiertos de alternativas políticas también hacia afuera de Israel y demostrar que no hay una sola vía».
Meretz considera, a través de su plataforma electoral, que la ofensiva en Gaza «elevó la imagen positiva del Hamas y que el reconocimiento del Estado de Palestina en la ONU significó una victoria palestina en el plano político». Y debido a esta lectura, proponen «iniciar un proceso político para evitar un tercer levantamiento palestino (Intifada) y la desestructuración de las actuales relaciones», reconocimiento del Estado Palestino e inicio de negociaciones sin condiciones.
También propugnan «un plan quinquenal que culmine con una declaración de paz sostenible que ponga final a los reclamos y la finalización del conflicto».

Para lograrlo buscan obtener el apoyo del Cuarteto de mediadores para Medio Oriente -Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea y la ONU-, conformar otro cuarteto regional con Egipto, Arabia Saudita, Jordania y Turquía, e invitar a un representante de la Liga Árabe.
Para Meretz implica todo un desafío porque trata de posicionarse como una alternativa en la búsqueda de propuestas concretas que Teitelbaum reconoce complicadas de lograr ante «la ausencia de un único interlocutor del otro lado» refiriéndose, así, al gobierno de Abbas en Cisjordania y al de Hamas en la Franja de Gaza.

«Se podría concebir que bajo ciertas circunstancias algunos parlamentarios de la derecha podrían apostar por algún tipo de acuerdo, incluso con concesiones territoriales significativas. A pesar de ello se evidencia una polarización hacia la derecha de la población israelí, explicable por la tensión regional luego de la Primavera Arabe, la ausencia de un único interlocutor palestino y la amenaza iraní. Todo esto, sumado, empuja al electorado israelí a manos de esa derecha política», explica Teitelbaum.
Sin embargo, y a pesar de ello, Meretz fue el único partido de izquierda en Israel que llamó abiertamente a aceptar el reconocimiento que hiciera las Naciones Unidas del Estado de Palestina y «aprovecharlo a favor del diálogo».

Meretz es un partido laico, no cree en los milagros, pero sabe que en política nunca hay que dejar de intentarlo porque, a veces, suceden. Además, el Medio Oriente los necesita.

Fuete: Telam