Repudio de familiares e instituciones comunitarias

Inaceptable agravio de Rafael Correa por la causa AMIA

“Yo sé que se trata de un caso muy doloroso para Argentina, pero ¿cuánta gente murió en los bombardeos de la OTAN a Libia? Comparemos y veamos dónde está el verdadero peligro; no debemos manipular”, afirmó el presidente de Ecuador, Rafael Correa. Casi de inmediato, surgió la lógica reacción de familiares de víctimas del atentado a la AMIA, de las instituciones centrales de la colectividad y de dirigentes políticos y comunitarios.

Por Ariel Abramovich

Fueron apenas unos segundos; precisamente en el cierre de una entrevista televisiva que parecía completamente ajena al tema. Ante un planteo acerca de la negativa de Teherán a entregar a los iraníes procesados por el atentado a la AMIA, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, intentó continuar con su línea de críticas a los regímenes monárquicos árabes aliados con Estados Unidos y a los medios de comunicación que percibe vinculados con los grupos de poder económico internacional. El tema AMIA le resulta escabroso a Correa, dado que en política internacional es muy común hacer la vista gorda cuando hay aspectos de ciertos aliados que se evidencian como difíciles o imposibles de justificar. Fue en ese momento final de la entrevista con Débora Plager para C5N, que Correa trató de evitar criticar al régimen persa, el mismo que niega la Shoá, y lo hizo de la peor forma: comparó un atentado terrorista en que está imputado un país amigo del gobierno que él dirige con otro crimen del bando que considera enemigo.
De esta absurda manera, el líder ecuatoriano no hizo más que minimizar el dolor argentino que dijo conocer y comprender. Las expresiones del presidente Correa generaron tanta sorpresa y estupor que incluso el Gobierno nacional prefirió tomar distancia del desliz de una figura política rutilante en el espectro de alianzas regionales de Argentina.

Con la firma de Luis Czyzewski, Sofía Guterman, Ana María Blugerman, Mario Averbuch, Rosa M. de Barreiros, Dora Band, Fernando Losz y Mónica Kleiman, Familiares de Víctimas del Atentado a la AMIA manifestó en una Carta Abierta que: “Establecer un nivel de comparación según la cantidad de muertos que dejan los atentados terroristas y decir, entre líneas, que ese no es un verdadero peligro y que el verdadero peligro está en otro lado, es ofensivo e insultante para los muertos en los atentados sufridos por nuestro país, sus familiares y el pueblo argentino”.
La misiva también expresa que las polémicas y agraviantes declaraciones dan a entender que para el mandatario ecuatoriano hay un “terrorismo bueno y un terrorismo malo”. Y respecto a las alianzas internacionales de Ecuador, la carta sostiene que: “Ud puede asumir ideologías antiimperialistas, como se desprende de sus palabras, pero para implementarlas no hace falta hermanarse con el fundamentalismo o el terrorismo, hay otros métodos mas creativos para aplicarlas”.
Asimismo, los Familiares denunciaron la pasiva reacción oficial ante las declaraciones que Correa manifestó, justamente, instantes antes de entrevistarse con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la Casa Rosada. “Frente al exabrupto del presidente Correa nuestro gobierno, los demás poderes públicos y la mayoría de la clase política argentina han mantenido un absoluto silencio. Nos sentimos muy solos. Necesitamos que todos ellos se manifiesten repudiando las palabras del Presidente de Ecuador”. Y a modo de cierre de la Carta Abierta, los autores sostienen que “la dignidad de nuestro país necesita que lo hagan. Callarse es consentir”.

También se manifestó al respecto Sergio Burstein, miembro de la agrupación de familiares 18J. “Entiendo que Correa tiene el derecho de defender a Irán y que tenga una relación importante con Ahmadinejad, pero para defender a Irán no debe ningunear a la Argentina. Comparar la cantidad de muertos del atentado a la AMIA con Libia es una falta de respeto y no se condice con la investidura presidencial”, enfatizó. Y agregó: «Sería bueno que ratifique o rectifique lo que dijo».

El Centro Wiesenthal expresó en un comunicado que: “El desprecio de Correa hacia las víctimas del terrorismo patrocinado por Irán habla por sí solo. Al adoptar un discurso anti-imperialista demagógico, ha justificado una masacre ocurrida en Buenos Aires. Su comparación de Irán con ‘monarquías de la región’ indica un aparente apoyo a ‘tiranos buenos’, tales como el difunto Khadaffi y el dictador sirio Bashar Al Assad. ¿Dónde están las expresiones de indignación de Argentina?”, manifestó el Dr. Shimon Samuels, Director de Relaciones Internacionales de la entidad.
Además de exigir una reacción oficial argentina, la entidad también trazó un análisis político de la posición respecto a Irán de Ecuador. “En un desaire a su anfitrión, Correa se posicionó junto a sus compañeros del bloque ALBA. En vez de apoyar a Argentina, el presidente venezolano Hugo Chávez interfirió a favor de los iraníes acusados; el presidente boliviano Evo Morales dio la bienvenida a uno de los sospechosos, el actual ministro de Defensa iraní Ahmad Vahidi; y ahora, el presidente ecuatoriano Rafael Correa banaliza el ataque en la misma ciudad donde se cometió”.

Quejas institucionales
“La DAIA lamenta profundamente la posición adoptada por el primer mandatario del hermano pueblo ecuatoriano y hubiera esperado del mismo una expresión de condena al atentado del terrorismo fundamentalista y su manifestación de solidaridad con los familiares de las 85 víctimas masacradas el 18 de julio de 1994”, manifestó la representación política de la comunidad judía argentina.
La institución sostuvo, además, que “el mandatario formula comparaciones inaceptables, cuestiona lo actuado por la justicia argentina que imputa a anteriores y actuales funcionarios del gobierno iraní y promueve una cerrada defensa del presidente Ahmadinejad, negador de la Shoá e instigador de la destrucción del Estado de Israel”.
Asimismo, en una carta enviada a la Embajada de Ecuador en Argentina, el presidente de la DAIA, Julio Schlosser, invitó al Dr. Rafael Correa a mantener un encuentro con las autoridades de la entidad.

La AMIA, en tanto, destacó la paradoja de que “el presidente de un pueblo hermano, como es el ecuatoriano, justifica, defiende y minimiza la agresión terrorista del que fue víctima la República Argentina”. Y pidió al Gobierno nacional responder en consecuencia a la ofensa.
En el párrafo más destacado de su comunicado, la mutual judía expresa que: “Todos los argentinos debemos sentirnos agredidos y ofendidos por estas palabras, que intentan banalizar el mayor atentado terrorista de nuestra historia y buscan asumir una defensa del régimen iraní, que al día de la fecha, sigue presentando excusas y dilatando los tiempos, con el fin de no presentar a sus ciudadanos acusados de este crimen ante la Justicia”.