A pesar del 19 y 20 de diciembre

Volvieron todos

La democracia formal en la Argentina ha reproducido a gran parte de los viejos políticos. Pero en la conciencia histórica y en las nuevas masas sociales todavía sin estructuración política, y a dos años de los hechos del 19 y 20 de diciembre de 2001, los cambios parecen irreversibles. La transversalidad propuesta por Kirchner aún está por alumbrar y ya tenemos un nuevo Congreso. ¿Un nueva Argentina o una nueva oportunidad?

Por Emilio Corbière y Oscar Amado

Volvieron todos. Carlos Ruckauf, Ramón Saadi, Ricardo Bussi, Julio Miranda, el Conde Drácula, el Hombre Lobo y la Mujer Vampiro. Hasta el ‘Adolfo’ regresó a la Cámara de Diputados, el mismo que tenía un programa ‘nacionalista y populista’ y por su despecho terminó abrazado al siniestro Carlos Saúl Menem.
Es posible que también el ex presidente Menem intente volver al ruedo con un cargo de senador. Entre tanto coordinan a la derecha política anti Kirchner el pampeano Rubén Marín, el santafesino Carlos Reutemann, el misionero Ramón Puerta y el riojano Eduardo Menem.
¿Qué hay de nuevo? Todavía la transversalidad que intenta el Presidente Néstor Kirchner no ha logrado fortalecerse. Tendrá, por ahora, que confiar en los viejos aparatos del PJ. Es totalmente inexacto que el ex Presidente Eduardo Duhalde intente hacerle sombra a Kirchner pero, salvo algunos casos contados como los de José María Díaz Bancalari y Eduardo Camaño, el aparato bonaerense y una importante franja del interior del país, miran con desconfianza al Presidente y sus equipos de Gobierno.
Habrá unas pocas caras nuevas, tres diputados de izquierda que se sumarán a Luis Zamora, del movimiento socialista y autogestionario Autodeterminación y Libertad. También estará presente en la Cámara Patricia Walsh, hija del inolvidable Rodolfo Walsh, asesinado por la dictadura militar.

Adiós a la ‘tercera vía’

Se esfuma la centroizquierda de Elisa Carrió como ocurrió con Carlos ‘Chacho’ Alvarez, Graciela Fernández Meijide y sus diversos partidarios Horacio Viqueira, José Vitar, María América González, Ernesto Muro, Nilda Garré, Fernando Melillo y Pedro Del Piero quienes, para hacer política, no tienen otro espacio que el que les pueda ofrecer Néstor Kirchner.
El denominado Partido Socialista es un grupo electoral oportunista que navega sin rumbo a la casa de puestos electorales o de cualquier otro tipo salvo ya que muy pocas excepciones nada tiene en común con aquella tradición de lucha redentora y emancipadora de los trabajadores que expresó el partido fundado en 1896 por Juan B. Justo y en el que se destacaron Enrique del Valle Iberlucea, Nicolás Repetto, José Ingenieros, Mario Bravo, Alfredo Palacios, Alicia Moreau, Francisco Cuneo, Carlos Sánchez Viamonte, Jacinto Oddone, Julio V. González, Pablo Lejarraga o Alejandro Korn entre muchos otros.
De aquella historia no queda nada en la política actual, por eso es necesario fortalecer una nueva izquierda socialista, revolucionaria, anticapitalista, antiimperialista y autogestionaria.
La derecha ¿dónde está? No hay que equivocarse. Ricardo López Murphy y el derrotado Mauricio Macri son muertos vivos. Tampoco les alcanza Jorge Sobich y Luis Patti. Aldo Rico pertenece a la historia del fascismo criollo.
Donde van a jugar los grandes intereses económicos extranjeros y la burguesía local será junto a la derecha peronista. Por lo tanto nuevamente, en el marco de un peronismo dominante aunque no hegemónico, es donde se va a producir el choque político. Pero detrás de ese enfrentamiento estará la conciencia del 19 y 20 de diciembre de 2001 que buscará entrar, definitivamente, en la historia dentro del contexto de la revolución latinoamericana que se viene gestando.