“Encerrona del Presidente Kirchner a los Reyes y Ana Palacio”

“El Presidente argentino tuvo la semana pasada una muy particular manera de atender a los Reyes. En primer lugar la visita de Estado de tres días quedó reducida a privada sin casi contenido”. Así comenzó su despacho la agencia IBLNEWS, agregando que “aunque respiran aliviados por la escasa repercusión del viaje en los medios de comunicación españoles, no ocultan los ‘malos ratos’ pasados por los monarcas y la ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio. La brecha abierta entre ambos Estados quedó claramente visualizada”. He aquí el artículo en cuestión, aparecido el lunes 17 de noviembre.

Colea en medios diplomáticos el malestar por lo que califican de «atípica» visita de los Reyes la semana pasada a Argentina. Aunque respiran aliviados por la escasa repercusión del viaje en los medios de comunicación españoles, no ocultan los «malos ratos» pasados por los monarcas y la ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio. La brecha abierta entre ambos Estados quedó claramente visualizada.
Según cuentan estas fuentes, el Presidente Néstor Kirchner tuvo «un particular modo» de atender a sus invitados. Obvió las reglas del protocolo y los discursos previsibles. Claro que la delegación española llegó al país con pies de plomo.
No en vano, la intención de la Casa Real era efectuar una visita de Estado de tres días, pero el Gobierno argentino transmitió su deseo de que no tuviera ese rango. Por tanto, quedó reducida a una estancia privada de dos días sin apenas contenido.
Kirchner visualizaba su deseo de no ceder ante nuestras empresas. Una visita de Estado hubiese podido ser interpretada como un indicio de que estaba dispuesto a revisar su postura.
«El Presidente se cuidó mucho de sacar partido a su cuota de populismo», advierten. En un gesto elocuente de que no quería rectificar su postura, Kirchner se mostró públicamente a favor de fortalecer los vínculos con España, pero también pidió que las inversiones españolas en Argentina se muevan con «ausencia de presiones» y «reglas claras». Empresas de capitales españoles ocupan lugares clave en sectores de la economía argentina como la banca, la energía y la telefonía.
En las últimas semanas se han visto signos de una relación tirante de algunas compañías con las autoridades de Buenos Aires.
Y, visto lo visto, la visita de don Juan Carlos y doña Sofía no ha logrado mejorar la situación. «Poco o, mejor dicho, nada se salió de lo previsto», señalan las fuentes diplomáticas consultadas.
Eso sí –añaden- lo importante fue el contacto personal entre ambos jefes de Estado, una fórmula que tenía por objetivo tender puentes para el posterior diálogo político. Otra cosa es que se haya logrado allanar el camino. En el Palacio de Santa Cruz lo dudan.