Si hay alguna realidad casi indiscutible en el ámbito de la política global, ésta es la fuerte, hist

Hurgando en las grietas de la memoria, se presentó Sin punto y aparte

La Cinemateca de la Sociedad Hebraica Argentina proyectó por primera vez en el país el documental “Sin Punto y aparte”, donde Shlomo Slutzky indaga desde una perspectiva etnográfica y con sensible sesgo autobiográfico, los distintos destinos que marcaron a una generación de jóvenes sionistas socialistas de los años ’70.

«Sin Punto y Aparte, historias detrás de la historia”, relata el derrotero que signó a la juventud judeoargentina enrolada en el sionismo de izquierda en la década del ’70. El camino de aquellos que eligieron luchar por sus ideales libertarios en Israel, y los optaron por quedarse a defenderlos en la convulsionada Argentina de la época, quienes en su mayoría fueron desaparecidos o presos políticos durante la dictadura militar.

En la sinopsis de la película, Shlomo cuenta: «A fines del año 2008, y después de 32 años como periodista y cineasta en Israel, soy enviado a Córdoba, en mi Argentina natal, a cubrir para la TV israelí el juicio a Luciano Benjamín Menéndez, el general acusado de la desaparición y muerte de cientos de ciudadanos argentinos durante la última dictadura militar, entre ellos muchos jóvenes judíos que habían militado en las filas del sionismo socialista. Como yo. No imaginaba entonces cómo el rencuentro con la gente y el lugar me lanzarían tras los rastros de amigos del pasado –algunos muertos, otros que fueron presos, torturados o forzosamente exiliados-, y también de aquellos compañeros que llegaron a considerarme ‘traidor’ por decidir yo continuar mi lucha y construir mi vida en Israel».

Más allá de los aportes a la reconstrucción de la memoria, la singularidad de la película radica en la mirada personal, cuasi autobiográfica del autor, los recovecos en su propia memoria y la de sus compañeros, en la mirada retrospectiva sobre las contradicciones que marcaron a aquel grupo de jóvenes militantes cordobeses -como tantos otros en esa generación- y los nuevos sentidos que hoy podemos asignarles, treinta años después.

Así surgió en el sentido diálogo posterior que autor mantuvo con el público, entre quienes se encontraban algunos protagonistas de aquella historia, que también dieron su testimonio. “La película da a conocer algo que estaba bajo la alfombra de esta comunidad”, señaló una ex militante con emoción. El debate hurgó en muchas de las grietas aún abiertas de aquella experiencia traumática, especialmente en torno a la militancia judía, y la controvertida actitud de la dirigencia comunitaria de la época.

“Sin punto y aparte” fue auspiciada por el INCAA y la TV pública israelí, constituyéndose de hecho en la primera coproducción entre ambos países. Se podrá ver, entre otros espacios, en el 2º Festival Internacional de Cine Político, que se realiza del 22 al 28 de marzo en Buenos Aires.