Sorpresiva entrevista en la Casa Rosada

Representantes del Foro israelo-palestino por la Paz se reunieron con CFK

Una delegación del Foro de ONGs por la Paz se reunió con Cristina Fernández de Kirchner y el canciller Héctor Timerman para analizar el conflicto israelo-palestino y considerar la posible participación de Argentina y Latinoamérica en una eventual propuesta tendiente a relanzar el proceso de paz.

Por Shlomo Slutzky

La última vez que el conflicto árabe-israelí tocó a las puertas de la Argentina fue el 18 de julio de 1994, en el atentado que costara la vida a 85 argentinos. La ocasión anterior a ese episodio, fue el atentado a la embajada israelí, del que se cumplen en estos días 20 años. Además de su vínculo con el conflicto de Medio Oriente, ambos atentados tienen en común que hasta la fecha nadie haya pagado por haberlos cometidos.
En los veinte años que pasaron de entonces hasta ahora, solo los conflictos bélicos en la región, como la segunda guerra del Líbano en el año 2006 o la invasión de Gaza por Israel en enero de 2009, hicieron recordar al público argentino algo de aquel conflicto distante a 14.000 km, cuando manifestantes de la izquierda argentina, a veces extrañamente envueltos con banderas de organizaciones fundamentalistas islámicas como Hezbollá o Hamas, salieron a manifestar frente a la embajada israelí, acusando a veces a los judíos argentinos por los «crímenes» del gobierno de Israel.

Y si alguien en Argentina se sorprendió horrorizado por las visitas del conflicto meso-oriental en el pasado, el 9 de febrero se vio sorprendido por un Medio Oriente diferente. Un Medio Oriente que entró por la puerta principal en la Casa Rosada, cuando representantes del Foro de Organizaciones israelíes y palestinas por la Paz, fueron recibidos por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el canciller Héctor Timerman, para escuchar el clamor de ambos pueblos por una ayuda argentina y latinoamericana para poder poner fin a las guerras y poder llegar a una paz justa para los pueblos de la región.

El Profesor israelí Dan Jacobson, uno de los lideres de la iniciativa del «Foro de las Organizaciones por la paz israelo-palestina», y quien estuvo detrás de las tratativas que posibilitaron el encuentro, comentó a este corresponsal: «Creemos fehacientemente que la paz en Medio Oriente es posible, pero lamentablemente la historia del conflicto demuestra que las partes se ven dificultadas para llegar a un acuerdo por sí mismas. Las dos partes necesitan la ayuda de países amigos y de la opinión pública internacional para regresar a la mesa de negociaciones».

La delegación que arribó a Buenos Aires fue integrada por Samaan Khoury, Presidente de la comisión política palestina del Foro de ONGs por la Paz; Nancy Sadiq, Directora de Panorama, un centro palestino que promueve la democracia y el desarrollo social; el israelí Ron Pundak, considerado el «arquitecto» de las tratativas que tuvieran lugar en Oslo en 1992 y posibilitaran el mutuo reconocimiento entre la OLP e Israel en setiembre de 1993; y Meir Margalit, dirigente de Meretz, veterano inmigrante de Argentina y hoy Concejal en la Municipalidad de Jerusalén.
«Queremos explicar a las autoridades argentinas que de no reiniciarse las conversaciones de paz, toda la región amenaza con entrar en una crisis cuyos resultados serán trágicos para el mundo entero. Es por eso de trascendental importancia la participación de la comunidad internacional en la búsqueda de un acuerdo basado en la fórmula «Dos Estados para Dos Pueblos», sostuvo Khoury.

En forma natural, Meir Margalit, quien regresó a su país de origen y domina el castellano y la jerga política de los argentinos, se convirtió en el vocero principal de la iniciativa ante la prensa local. «Creemos que el proceso de paz está estancado, y necesitamos la ayuda de América Latina; por lo cual vinimos para pedirles abiertamente a los países latinoamericanos y a la presidenta argentina que nos ayuden a salir de esta situación», expresó el dirigente de Meretz.
Margalit agregó una propuesta concreta, fuera de la solicitud al gobierno argentino, para instar a las partes a volver a las tratativas de paz: «Una de las propuestas que trajimos es crear un Centro de Resolución de Conflictos argentino, basado en el camino recorrido por Argentina y Latinoamérica en el campo de los Derechos Humanos durante los últimos años».

Según fuentes cercanas a la iniciativa, las tratativas y la entrevista de la comitiva israelo-palestina con las autoridades argentinas se mantuvo en un cuasi secreto hasta que el encuentro se efectivizó, con la intención de evitar choques con la Cancillería israelí, encabezada por Avigdor Liberman, quien acusa de «traición» a ciertas organizaciones nucleadas en el «Foro israelo-palestino de por la Paz».