«¿Reconocer a Israel es una condición para arribar al poder?», se preguntó Rashad al Bayumi. «Eso está fuera de toda cuestión, no importa la situación que sea. Bajo ninguna condición reconoceremos a Israel. [Israel] es una entidad enemiga, un ocupante criminal y explotador», afirmó uno de los principales líderes al periódico panárabe Dar Al Hayat, que se edita en Londres.
Sin embargo, durante la misma entrevista, el segundo en la jerarquía del movimiento de los Hermanos Musulmanes en Egipto sugirió que su partido, Libertad y Justicia, ganador de los recientes comicios legislativos, someterá a referéndum el tratado de paz con Israel.
“Los Hermanos Musulmanes no firmaron el acuerdo de paz –dijo Bayumi-. Estamos autorizados a pedirle al pueblo o al parlamento electo que exprese su opinión sobre el tratado y (averiguar) si comprometerá la libertad y la soberanía popular», sostuvo. Y agregó: «Tomaremos las medidas legales con respecto al tratado de paz», añadió. «Para mí, no es vinculante, en absoluto. El pueblo expresará su opinión en esta materia».
El líder islamista apuntó que los Hermanos Musulmanes respetarán todos los pactos internacionales de Egipto; pero que «cada parte tiene el derecho de rexaminar el tratado».
Entre otras declaraciones altisonantes, el dirigente egipcio expresó su rechazo a las relaciones diplomáticas con Israel. «No me permitiría sentarme con un criminal. No cooperaremos con Israel en ninguna situación», afirmó.
Con todo, según concuerdan muchos analistas occidentales, la posición intransigente podría cambiar cuando formen un gobierno, dado que los Hermanos Musulmanes van a precisar mayor legitimidad a nivel internacional, particularmente entre los países occidentales como Estados Unidos, y cualquier movimiento para cancelar el acuerdo de paz podría obstaculizar los objetivos estratégicos de mostrarse como moderados y pragmáticos.
