Carta desde España

Sobre la fecha de caducidad de la israelofóbia

Como sea que estoy tan cansado, dolorosamente harto y dolido por tener que -desde hace demasiado tiempo- escuchar y leer toda clase de disparates israelófobos en prensa, radio y televisión, que no son sino el lógico vehículo de expresión de los judeófobos de siempre, convertidos en israelófobos del siglo XXI, me gustaría ver publicada esta sencilla carta.
El reducidísimo Estado de Israel no mereció, en su creación, el beneficio del respeto de sus vecinos. En mayo de 1948, pocas horas después de su proclamación, fue atacado un Estado no viable económicamente, este y otros pequeños detalles algunos “periodistas” parecen ignorarlo.
Posteriormente en nuestra vieja Europa, debido a que en algunos estratos el sentimiento de culpa era notorio por lo sucedido durante la Shoá y aún no había caducado el efecto sedante del Holocausto, se guardaban las formas hacia Israel. Desgraciadamente el vientre que parió al antijudaísmo siglos atrás, seguía fértil y nacieron generaciones que empezaron por minimizar el Holocausto para preparar el camino que hace de Israel el chivo expiatorio de sus miserias humanas.
En España poco duró, entre algunos “periodistas”, aquel sentimiento de injusticia y culpa que en 1992, nos recordó aquella vergonzosa actuación de unos reyes, llamados católicos, en 1492.
De esta manera llegamos al siglo XXI al lado de las enloquecidas turbas de siempre, son dignos sucesores de Torquemada, de los que en 1348 culpaban y masacraban comunidades judías en España durante la epidemia de la peste negra, de los asesinos de 1320 y 1391…
No olvidemos entre estos dignos sucesores a los dirigentes de muchos países musulmanes, a los que les sale muy rentable, además, explotar el fanatismo religioso contra Israel, calumniando, difamando y nunca rectificando. Son dignos de mención muchos medios de comunicación, sospechosamente, prácticamente unánimemente, siempre posicionados en contra de Israel, destilando crónicas maliciosas, reportajes manipulados, imágenes escogidas… pero no nos olvidemos de algunos elementos de la izquierda política, desorientados y despistados han encontrado una bandera en la causa palestina y se dedican a criticar con saña, como si la izquierda no tuviese otras banderas.
A todos ellos les recomiendo, con afecto, la lectura de la carta de Ramban a su hijo (Igueret haRamban), esperando que “presten atención a la moral”, dejen de estar “inflamados y presos de ira”, descarten la “arrogancia en su corazón” y, sobre todo, que “revisen sus actos cada mañana y cada noche”, ¿tendrá fecha de caducidad su israelofóbia?

Lic. F. Andreu Lascorz Arcas

Reus, España