China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia, que son los miembros permanentes del Consejo de Seguridad, no están de acuerdo con el pedido palestino, por lo que se supone que las consultas no llevarán a una votación formal en un futuro cercano.
Las consultas informales se llevan a cabo a puertas cerradas y sólo pueden participar los miembros del Consejo aunque todo lo que se allí se debata no tiene consecuencias formales o legales.
Por lo tanto, el tiempo en que se realizarán éstos debates depende pura y exclusivamente de los miembros con derecho a veto. El Consejo de Seguridad prefiere lograr un consenso antes que proceder inmediatamente a una votación en la que es seguro que una de las cinco potencias vetará la moción.