Cabe recordar que los permisos para la construcción fueron entregados hace ya un tiempo atrás, pero la licitación de los terrenos para los contratistas se había postergado por cuestiones diplomáticas.
Sería este el proyecto de construcción más grande en un solo asentamiento durante el gobierno de Benjamín Netanyahu y se estima que terminará dentro de tres años.
Este anuncio se suma al que realizó el gobierno israelí hace unos días, en el que informa que construirá 4300 viviendas en los barrios judíos de Jerusalén Este. El Gobierno de Estados Unidos no ocultó su preocupación y solicitó a ambas partes no realizar ningún tipo de acción o movimiento que perjudique la vuelta a la mesa de negociaciones.
El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, no quiso realizar ninguna declaración sobre la posibilidad de que las nuevas construcciones en Jerusalén reafirmen a los palestinos en su plan de solicitar la ONU ser reconocidos como un estado soberano.
Por otra parte, el Cuarteto para Medio Oriente integrado por la ONU, Rusia, EE.UU. y la Unión Europea, esta llevando a cabo reuniones privadas con ambas partes para, por un lado tratar de disuadir a los palestinos de tomar la decisión unilateral y por el otro, convencer a los israelíes de la idea de dos estados en base a las fronteras de 1967.
Mientras que la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, remarcó que están en peligro todos los esfuerzos que se están realizando, a partir de la decisión de contruir nuevas viviendas en Jerusalén Este y teniendo en cuenta que hace una semana también se anunció la construcción de otras 930 casas en el barrio judío de Har Homá, 1600 en el barrio judío de Ramat Shlomo, 700 se construirán en Pisgat Zeev y otras 2000 en Givat Hamatos.