Al respecto cabe recordar que Bolivia había invitado en forma oficial al ministro de Defensa de Irán, Ahmad Vahidi, para que participe en la inauguración de la nueva sede de la escuela de Defensa de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), en Santa Cruz de la Sierra.
El día martes, el gobierno de Bolivia expulsó a Vahidi luego que desde la Argentina, se pidiera la detención del funcionario iraní, acusado de ser uno de los cinco autores intelectuales del atentado a la AMIA. El gobierno de Evo Morales había alegado “desconocer los antecedentes” del iraní.
A raíz de esta situación, el presidente de la AMIA, Guillermo Borger, calificó a esa visita como “una provocación”. Y agregó: “Bolivia no puede desconocer que una persona como Vahidi, relacionada con el terrorismo internacional, sobre el que hay una búsqueda con circular roja como uno de los principales responsables del atentado más importante que sufrió la Argentina con 85 muertos, de los cuales tres son ciudadanos bolivianos
Mientras que la DAIA en un comunicado señaló: “Esta inadmisible presencia agravia a la memoria de las víctimas”. Y reafirmó que participará en la 41º Sesión de la Asamblea General de la OEA, que se realizará en El Salvador, donde presentará su reclamo por esta situación. Allí el tema central a tratar es el «Proyecto de la Declaración y Plan de Acción de San Salvador sobre Seguridad Ciudadana en las Américas»
Luego de esta controversia, el canciller boliviano, David Choquehuanca Céspedes, comunicó a su par argentino, que Vahidi había llegado al país a partir de una invitación del Ministerio de Defensa de Bolivia que desconocía los antecedentes del caso. En el comunicado explicó también que el gobierno de Morales había dispuesto que “el iraní abandone de inmediato el territorio boliviano y de esta manera mostrar con claridad que Bolivia no desea interferir respecto a procedimientos que pudieran existir en torno a la situación jurídica de dicha persona”.