A través de la publicación de un manifiesto, esta agrupación habría reclamado a la Unión Europea que en el mes de septiembre, se reconozca al Estado Palestino.
En un tramo del texto se puede leer: “La horrorosa exhibición del primer ministro Benjamín Netanyahu en Washington y el inequívoco apoyo que ha recibido del Congreso de Estados Unidos pueden marcar el fin del proceso de paz. Las únicas alternativas en este momento son un impulso palestino hacia la independencia o el riesgo de un nuevo estallido de violencia”.
Además, en el manifiesto se muestra la desilusión que provocó en este grupo, el fracaso de la comunidad internacional y en especial de Estados Unidos por la falta de progreso en todos estos años de negociaciones, diálogos y acuerdos que resultaron, finalmente “inconducentes”. Asimismo, critican la continuidad de la construcción de asentamientos en Cisjordania y Jerusalén Este, autorizada por diferentes gobiernos.
Entre los firmantes figuran Daniel Kahneman (psicólogo y economista, premio Nobel de Economía 2002), Michael Ben Yair (ex fiscal general de Israel), Abraham Burg (ex presidente de la Knesset), Ilan Baruch (embajador), Alon Liel (ex Director general de Asuntos Exteriores), Menachem Yaari (ex presidente de la Academia Israelí de las Artes y las Ciencias) y los escritores Ronit Matalon y Nir Baram.
Las últimas declaraciones del presidente norteamericano Barack Obama, y las consecuentes declaraciones del primer ministro Benjamín Netanyhu tuvieron una gran repercusión tanto a nivel internacioanl como dentro de la sociedad israelí.
En este sentido, en los últimos sondeos de opinión pública que se realizaron, una importante mayoría de israelíes se manifiesta a favor de la posición expresada por el premier israelí. Mientras que existe otro grupo, entre los que se incluyen referentes de la cultura y del ámbito político israelí, que se ubicaron en la vereda de enfrente, afirmando la necesidad de asumir las fronteras previas a la guerra del ´67 como parámetros para alcanzar un eventual acuerdo de paz.
Estas últimas expresiones, a pesar de ser minoría en el plano interno, pueden llegar a lograr un fuerte eco a nivel mundial, dentro de la prensa internacional y especialmente en países con gobiernos progresistas, como ocurrió en otras oportunidades a lo largo de la historia. Una señal que Israel y la comunidad judía no debería desatender.