Con la firma del acuerdo, se pone fin a cuatro años de enfrentamiento entre el grupo nacionalista Fatah y el grupo terrorista islámico Hamas. Al encuentro asistieron dirigentes egipcios y líderes del resto de las once facciones palestinas, incluyendo a la Jihad Islámica, que también firmaron el documento de reconciliación, con lo que se logró una adhesión total.
Netanyahu sigue preguntándose como se puede alcanzar un acuerdo con un gobierno integrado por personas que fomentan la destrucción de Israel y que admiran al terrorista Osama Bin Laden. Y afirma que este es un golpe muy duro al proceso de paz.
Mientras que Abbas dijo que Israel “toma como pretexto la reconciliación para huir de la paz». Y Meshal declaró que lo que desea es “un Estado palestino independiente y con soberanía en Cisjordania y la franja de Gaza».
A partir de este acuerdo se establece la formación de un Gobierno provisional integrado por tecnócratas independientes que prepararán las elecciones presidenciales y legislativas simultáneas en un plazo de un año. Hasta ese momento no habrá modificaciones en torno a las negociaciones con Israel.
Anoche, Netanyahu comenzó una gira por Gran Bretaña y Francia, y allí intentará convencerlos de oponerse a la proclama del Estado Palestino en la próxima Asamblea de las Naciones Unidas en el mes de septiembre, en las que los palestinos contaban ya con una mayoría.