Elecciones en AMIA, un día histórico

El domingo 10 de abril va a ser recordado como un día muy importante para nuestra Comunidad. Ha sido un día de  amplia participación con deseos de votar, pero por sobre todo con fuertes anhelos de cambio.

Por Susana Gelber

Fue una elección que se terminó polarizando entre el Bloque Unido Religioso (BUR) y Acción Plural con un debate muy fuerte en relación a las conversiones y a los cementerios comunitarios.

Una situación semejante no se había dado nunca, donde la  publicidad del BUR, en lugar de hacer hincapié en sus logros de gestión, lo hacia intentando generar miedo entre los potenciales votantes, señalando el peligro que significaba para los familiares de las personas fallecidas y enterradas en cementerios comunitarios si ganaba Acción Plural, por su plataforma y su acuerdo con el Movimiento Conservador.

No hay que dejar de destacar lo repudiable y doloroso que significa para toda persona que tiene a sus seres queridos en nuestros cementerios que se quiera utilizar nobles sentimientos para un mensaje electoral de estas características.

Pero ¿qué se juega en estas elecciones?,  nada más ni nada menos que el destino de nuestra Comunidad. Acción Plural obtuvo 3.830 votos, pero en realidad no sólo representamos a nuestros votantes, sino también a todos aquellos que no pudieron votar aún siendo socios, ya que los socios adherentes no tienen la facultad de elegir a sus representantes. ¿Quiénes son los socios adherentes? Aquellos que no son aceptados como judíos, que se han convertido bajo un rabino conservador o reformista: ni ellos ni sus hijos son reconocidos por la ortodoxia. Esto se debe a que el Rabinato Central no admite a los rabinos y rabinas conservadores/as y reformistas como autoridades religiosas legítimas.

Llegó la hora de la responsabilidad, de hacer política en el sentido más altruista, de defender programas que reflejan una visión común y una idea de futuro. En su sentido noble, la política es la herramienta de cambio y transformación. Algo muy lejano a la  maniobra que realizara el BUR tratando de instalar en la opinión pública la idea de que ya habían ganado y que tenían derecho a designar al próximo presidente; un hábil juego político orientado a confundir y establecer hechos consumados.

Pero la realidad es otra. Lo que se votó el domingo pasado fue la Asamblea Electoral, o RAT (compuesta por 90 miembros y 24 suplentes) de la cual hay que ser miembro para integrar la Comisión Directiva.  Ese cuerpo es el que debe elegir a la Comisión y su Presidente, para lo que necesita reunir el 51%, algo que ninguna lista logró.

Todo esto queda más claro si hacemos una analogía son el sistema de gobierno parlamentario que rige en muchos estados europeos y en Israel. En este sistema, los electores votan a los miembros del Parlamento. En términos prácticos, quienes encabezan las listas de legisladores son los candidatos a primer ministro y si ningún partido o alianza obtiene más del 50% de los escaños, tiene que conformar una coalición con otros partidos con representación parlamentaria, acordando un programa. Una vez logrado esto, asume el gobierno con apoyo parlamentario. Hay que destacar que en muchos casos forma gobierno el segundo más votado, si ha logrado mayoría sumando a otros partidos con representación  parlamentaria: tal fue el caso que se dio en Israel, en el 2009, cuando Kadima obtuvo mas diputados que Likud, y sin embargo el líder de este último partido logró conformar una coalición de gobierno, ya que del centro derecha a la derecha había 65 mandatos y del centro a la izquierda se registraban 55. Por lo tanto, Tzipi Livni tuvo que conformarse en ser la líder del partido de oposición y esto fue plenamente aceptado por todos, porque forma parte del sistema  democrático.

Tal es el caso que nos desvela ahora. El domingo 10 de abril se cerró una etapa, ahora ha empezado otra, la de las negociaciones, las de hacerse cargo de la responsabilidad de cumplir con el mandato del 56% del electorado que votó programas similares, con una coincidencia de un 95%.

Desde Meretz, y formando parte de Acción Plural, trabajaremos incansablemente para lograr este objetivo; y una vez concretado, para que desde la Comisión Directiva de la AMIA se cumplan los 14 puntos votados por los asociados.

Nos lo debemos a nosotros, pero por sobre todo se los debemos a nuestros padres y abuelos que vinieron a la Argentina a construir una sociedad multicultural y una Comunidad solidaria, fraterna e inclusiva.  Y se lo debemos a los jóvenes, no sólo porque sin ellos no hay futuro, si no porque tenemos la obligación de legarles una Comunidad con valores que hagan honor a nuestra cultura, historia y tradiciones.

 

* Presidente de Meretz Argentina