Encuentro con Rany Trainin, vicepresidente de la Sojnut

“Si queremos una verdadera identificación con Israel, tenemos que permitir e incluso incentivar las críticas”
Rany es un hombre de acción más que de palabras y en ese sentido sorprende, ya que uno esperaría del vicepresidente de la Agencia Judía un burócrata o un político. Sin embargo, Rany Trainin proyecta todo lo contrario. Es más fácil imaginárselo arando la tierra, construyendo caminos, ordeñando vacas, todo, menos dirigiendo como Vicepresidente uno de los organismos más “políticos” del mundo judío.

Por Afro Remenik

Como el mismo Rany dice, “La Sojnut es una institución muy compleja, pero si no existiera habría que inventarla, ya que es el único organismo que puede enfrentar de una manera global los desafíos del pueblo judío”

Lo cierto es que la primera imagen que uno se hace tiene un trasfondo en la realidad: Rany, miembro del kibutz Beit Nir, llegó al actual puesto luego de ejercer por cuatro años en forma voluntaria el cargo de Director de la Comisión de Israel de la Sojnut, a la vez que era gobernador de la provincia de Ioab en el centro-sur de Israel.  Su nuevo cargo de Vicepresidente contempla las antiguas funciones de tesorero de la Agencia Judía, pero además podrá reemplazar a su presidente, Natan Sharansky, frente a cualquier eventualidad. Como miembro de Meretz, Rany Trainin representa a la coalición mayoritaria dentro de la Organización Sionista Mundial (Meretz-Avoda-Reformistas), pero más que eso él cumple la función de representar a la sociedad israelí-sabra dentro del andamiaje sojnutí.

Rany llegó a Buenos Aires en el marco de un paseo privado de veinte días que realiza por todo Sudamérica junto a otros miembros de su kibutz, y a pesar de lo apretado de su agenda entre paseos al Obelisco y “noche de tango” accedió a reunirse con nosotros en una agradable noche porteña. “Otros aprovechan los viajes de trabajo de la Sojnut para hacer paseos privados –dice Rany entre risas–, yo aprovecho mi paseo privado para trabajar para la Sojnut” haciendo gala de una moral bastante olvidada, pero que fue la base para construir un país desde la nada.

Es en el marco de sus acciones, de su humanidad y simpatía, y su actitud hacia el trabajo que las palabras del vicepresidente de la Sojnut toman una dimensión inspiradora, y lo llevan a preguntarse a uno si de verdad está haciendo lo que cree correcto, si de verdad está haciendo todo lo necesario para llevar adelante los propios ideales. Y él parte así: “La Sojnut está cambiando por que el pueblo judío cambio. Hoy la principal meta del pueblo judío es su continuidad, por lo que debe invertir en sus jóvenes, en su identidad judía. Y hay dos formas de influir en la identidad, a través de la acción y a través de la vivencia. Es por eso que hemos decidido concentrar nuestros esfuerzos en el Activismo Social y en la Vivencia Israelí”.

Lo que más conmueve de esta frase –estudiada y analizada hasta en sus más mínimos detalles y repetida en cientos de foros–, es la humildad con que es dicha, la humildad del mensaje. Conmueve más conociendo la inmensa estructura de la Sojnut, los enormes presupuestos que maneja y los gigantescos desafíos que asumió en el pasado: construir un pueblo, levantar un Estado, revivir un idioma, hacer florecer un desierto, crisolar diásporas, unificar a los judíos. Escuchar esta frase es como ver a un hombre llorar, aunque a estas alturas nada nos debería sorprender de las lágrimas masculinas. Tampoco nos debería sorprender el reconocimiento de los grandes aparatos de su imposibilidad de modelar a la sociedad a su imagen, pero como en este caso se trata de una institución que sí lo logró, es un golpe bajo a nuestras viejas concepciones latinoamericanas.

Para Rany Trainin y el nuevo modelo de Sojnut, “el activismo social paso a ser un objetivo en sí mismo para la Agencia Judía porque entendemos que haciendo, activando, es como se construye la identidad judía. Queremos incentivar este activismo tanto dentro como fuera de Israel, tanto dentro de la comunidad judía como fuera, ya que creemos en el activismo social como valor”, y la verdad es que cuando él habla de estos temas con esta convicción, yo no puedo dejar de recordar a David y Tamara, los madrijim que más me marcaron con sus palabras y accionar.

El otro énfasis de la Sojnut estará puesto en la vivencia israelí; es decir, atraer a la comunidad judía a Israel, a través de viajes significativos para los jóvenes y también traer Israel a la vida comunitaria a través de vivenciar la cultura, política y sociedad israelí. Al respecto Rany dice que “si queremos una verdadera identificación con Israel, tenemos que permitir e incluso incentivar las críticas a la sociedad y a la política israelí. Nos interesa un sionismo crítico que no ponga en cuestión la legitimidad del Estado de Israel, pero si la legitimidad de ésta o aquella política del gobierno israelí. Debemos ser claros en dividir estos temas”

Como nunca la autocritica que se hace la Agencia Judía es clara: más activismo y más vivencias. La Sojnut comienza prepararse a nivel estructural y presupuestario para una nueva época. Seguramente seremos anunciados de ellos oficialmente en Noviembre cuando tenga evento la Junta de Gobernadores de la Sojnut en Argentina. Esta Junta, que concentra a los más grandes líderes del pueblo judío, se desarrollará por primera vez en mucho tiempo fuera de las fronteras del Estado de Israel. La Junta en sí y también esta nueva visión de la Sojnut representan un gran desafío para la comunidad judía argentina. El tiempo dirá si estuvimos a la altura de enfrentarlos.