Ehud Barak rompe a la derecha en pacto con Netanyahu

El ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, quien fuera hasta hace unos días  discutido líder del Partido Laborista, anunció su escisión del mismo y su intención de formar, junto con otros 4 diputados que le acompañarían, un nuevo partido bajo el nombre de "Independencia".

Por Shlomo Slutzky

Barak explicó en una conferencia de prensa los motivos de su decisión que tienen que ver con estar cansado de lidiar con «los intentos de diputados y ministros de arrastrar al laborismo a la izquierda, con consignas posmodernistas y post-sionistas», refiriéndose a los 8 diputados que dejó atrás, y con palabras que constituyen un insulto en el consenso político de Israel.

La decisión de Barak intentó malograr los pasos de ministros como Herzog, Braverman y Ben Eliezer, que planeaban realizar en el mes de abril una convención partidaria que llamaría a adelantar las elecciones internas y exigiría la retirada del gobierno de no producirse de inmediato adelantos en el proceso de paz.

En efecto, los tres ministros anunciaron horas después de la publicación de la decisión de Barak, renunciar a sus puestos en el gobierno de Netanyahu y avocarse a la construcción de una alternativa opositora.

Los llamados telefónicos, los correos electrónicos y  los fax de ex activistas que llegaron a las oficinas del Laborismo pidiendo reincorporarse a la actividad tras la salida del muy problemático Barak, demuestran que el General retirado Ehud Barak entendió sus chances ante la convención partidaria y prefirió ahondar su dependencia de Netanyahu, encabezando una escisión partidaria que se posibilita al reunir más de un tercio de los diputados.

Ehud Barak, sirvió en los últimos dos años como virtual encargado de relaciones públicas de Netanyahu ante el mundo, convenciendo que «Bibi» había cambiado en los 10 años que se ausentó del poder, que estaba decidido a la solución de «Dos Estados para Dos Pueblos» y a una retirada de Cisjordania que haga posible la construcción del Estado palestino.

Los EEUU, uno de los principales «Clientes» de las loas de Barak respecto de Netanyahu, protestaron públicamente semanas  contra el ministro de Defensa por haberles vendido «carne podrida». A través de «allegados a la Casa Blanca y a la Secretaría de Estado», se habló de la «desilusión» norteamericana respecto de Barak, por haberles convencido a continuar dando chances a Netanyahu, cuando este no cambió realmente y «Dos Estados para dos Pueblos» son para Netanyahu una consigna que se dice,  por decir….

Las loas al «Nuevo Netanyahu»  lograron convencer al Laborismo a entrar en  el gobierno de la derecha liderado por el Canciller Lieberman, pero dos años de parálisis en las tratativas de paz demostraron al electorado laborista que  Netanyahu sigue siendo Netanyahu.

Acompañado por los diputados laboristas Matan Vilaní, Shalom Simhon, Einat Wilf y Orit Noked, Barak precisó que la nueva formación política rescatará la doctrina del forjador del Estado, David Ben Gurión y que en su agenda política estará el principio de : «Ante todo, el interes del Estado, luego el partido, luego la comunicación y finalmente nosotros».

De la oficina del Jefe de Gobierno Netanyahu,  se dio a conocer una declaración, según la cual el paso de Barak y sus 4 seguidores permitiría fortalecer la coalición de gobierno, dado que hasta el momento parte de los diputados laboristas no votaban con el gobierno o amenazaban continuamente con su renuncia, debilitando la posición israelí frente a los palestinos.

La jugada de Barak obliga a una serie de movimientos que refuerzan a Netanyahu pero a la vez también, a la posibilidad de creación de un frente socialdemócrata por la paz en el que se incluyan fuerzas, movimientos y partidos y que tuviera su temprana expresión en las cada vez más asiduas movilizaciones de decenas de miles de manifestantes por la paz, la convivencia con los palestinos, los derechos humanos y la democracia.