Sondeo en Israel: El 65% teme consecuencias negativas con la caída de Mubarak

El 65% de la población israelí teme consecuencias negativas a raíz de la caída de Mubarak. Este sondeo publicado en el diario israelí Yediot Ajronot y basado en 500 entrevistados, muestra que sólo el 11% de los encuestados considera que son posibles consecuencias positivas para Israel a partir de los acontecimientos en Egipto.

Por Shlomo Slutzky

Estos resultados se explican en el hecho de que un 59% de la población considera que un gobierno islámico es lo que sucederá al actual régimen de Mubarak –según el sondeo-  y conoce la tradicional oposición de los Hermanos Musulmanes en Egipto, a las relaciones con occidente en general y con Israel en particular.

Esta opinión generalizada fue incentivada en los primeros días de las manifestaciones en El Cairo, por parte de voceros oficiales como el canciller Avigdor Lieberman y otros miembros de la ultraderecha dentro y fuera del gobierno, al tiempo que personalidades más moderadas, acataron la solicitud del Jefe de Gobierno Benjamin Netanyahu de «No expresarse, para que declaraciones israelíes no sean utilizadas en el juego político en Egipto».

El mismo Netanyahu  –un tradicional agorero respecto a las relaciones con los países árabes y los palestinos, y el potencial de llegar a un acuerdo con ellos- cambió el martes su discurso y por presión de los EEUU se expresó en el Parlamento «a favor de un Egipto democrático que no es peligro para Israel y ni  para el acuerdo de paz entre ambos países».

Sin embargo, los más veteranos entre los especialistas en sondeos de opinión, no se dejan impresionar por un voto de sospecha.  De hecho, la misma Mina Tzemaj, que realizara la encuesta publicada ayer, recuerda que  sondeos de opinión realizados en Israel en octubre de 1977, un mes antes de conocerse la decisión del Presidente Anuar Sadat de visitar Israel y llegar a un acuerdo de paz con Menajem Beguin, mostraban que cerca del 80% de la población se oponía a entregar cualquier territorio de los conquistados en la Guerra del ´67 a Egipto, aún a cambio de paz.

Pero cuando Sadat sorprendió a Israel llegando al aeropuerto de Lod en noviembre del ´77 para hablar de paz y cuando el gobierno israelí aceptó el reto, los sondeos de opinión se dieron vuelta y el apoyo al precio a pagar por el acuerdo llegó a un 75%. La moraleja es simple: el pueblo israelí es muy influenciable por parte de su gobierno, y perfectamente pueden verse resultados diferentes en pocas semanas.