“Hay una situación crítica de la Corte. Se ha estado jugando con el número de jueces, pero ese juego debe cesar. Son nueve y hay que mantener ese número”, aseguró Zaffaroni en conferencia de prensa tras el acto de asunción.
En su mensaje, el nuevo ministro fue cauto a la hora de hablar del proceso de renovación de la Corte, tras las renuncias de Nazareno y Guillermo López y los procesos abiertos contra Eduardo Moliné O’Connor y Adolfo Vázquez.
“Todos estos cambios alteran el ritmo de labor de un tribunal y hay que retomarlo lo más rápido posible”, expresó.
Además, Zaffaroni reiteró su deseo de que haya una reforma constitucional que modifique el sistema de elección de los jueces de la Corte. Hablando desde “un plano estrictamente personal”, explicó que “hay que acabar con todas las susceptibilidades de los ministros que son propuestos por el Poder Ejecutivo”.
Al respecto, aseguró que el hecho de que haya sido propuesto por el presidente Kirchner no lo “presiona en lo absoluto. Eso siempre genera susceptibilidades. Los 108 ministros anteriores han sido nombrados a propuesta del Ejecutivo porque es el único modo”, manifestó.
Zaffaroni prestó juramento ante el presidente del Máximo Tribunal, Carlos Fayt, apenas pasadas las 11 de la mañana en la sala de Audiencias de la Corte, en el cuarto piso del Palacio de Justicia.
Sólo un funcionario de alto nivel del Poder Ejecutivo estuvo presente: el viceministro de Justicia, Abel Fleitas Ortiz de Rosas.
A la ceremonia faltaron los ministros Ernesto Petracchi y Augusto Belluscio, así como los dos enjuiciados, aunque Zaffaroni se encargó de aclarar que no habían podido asistir por problemas personales.
“Estoy en buenas relaciones con todos. Creo no haber agredido a nadie y que la relación va a ser cordial” manifestó casi como un augurio.
