Día del desaparecido judío

El martes 7  de diciembre se realizó en la sede de la AMIA el acto con el que se recordó a los 2000 jóvenes judíos detenidos-desaparecidos durante la última dictadura militar.  

Para abrir el acto, Raquel de Arcuschín integrante de la Asociación de Familiares de Desaparecidos Judíos, dijo “recordar a los desaparecidos es un legado del cruel genocidio cometido por la dictadura”. Y durante su discurso recordó al ex presidente Néstor Kirchner a quien la Asociación de Familiares homenajeó por todo lo que hizo y todo lo que dio.

La periodista Miriam Lewin, sobreviviente de la ESMA, recordó la frase de un represor llamado Scheller, quien decía que en esta guerra “murió lo mejor de la Argentina”, pero tendría que haber dicho que “mataron a lo mejor de la Argentina”.
Respecto a su judaísmo, Lewin evocó emocionada a su padre de quien dijo que “yo soy lo que ese polaco judío que ya no está quiso que fuera”; además valoró la lucha por la libertad y la justicia y recordó que “cuando me secuestraron, en la celda había una esvástica tallada en la pared”.
“Nuestros desaparecidos -concluyó- son herederos de esos judíos que dieron la vida antes de entregar a los suyos, como en los campos de concentración o en los guetos”.

Por su parte el juez federal Daniel Rafecas destacó que forma parte “de una nueva generación de magistrados con mayor compromiso en los derechos humanos”.
Luego agregó que “todos los días hay avances contra los imputados en causas por violaciones a los derechos humanos” y recordó que “el golpe de 1976 fue el último intento para tratar de implantar en el país un régimen fascista”.
Respecto al antisemitismo de la represión, ratificó su existencia y dio su explicación al respecto: “está en la formación de los militares en las décadas anteriores a 1976.  Ese antisemitismo dominaba el ideario que llevó al ensañamiento porque el pueblo judío siempre estuvo del lado de la verdad y la justicia, y esto resultaba insoportable para las dictaduras”.

Mientras que el titular de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, recordó que “estas fechas nos obligan a pensar sobre tres sentimientos; el primero es el dolor por los desaparecidos, que trae sentimientos diferentes, variados. El segundo es la reprobación, censura y el juzgamiento con las leyes. Y el tercer sentimiento es la vergüenza que nos provoca porque la sociedad toleró esas desapariciones”. 

El secretario general de la AMIA, Julio Schlosser afirmó que “en nuestros 2000 desaparecidos evocamos a los 30.000, a los seis millones muertos en el Holocausto, así como a las víctimas del atentado a la embajada de Israel y la AMIA”.
Por último, recordó que “la Shoá se dio en la Europa culta, por eso no alcanza sólo con la educación si no hay verdad, memoria y justicia”.

El último orador Edy Kaufman, académico israelí, afirmó que “hay que vivir en una sociedad donde se defiendan los valores universales porque es la única manera de defender cada una de los aspectos particulares que la componen”. Por eso dijo estar confiado en que el ejercicio de la memoria y la educación son lecciones aprendidas en la sociedad argentina.

Debajo del escenario, el embajador israelí Daniel Gazit, afirmó a Télam que “hay que recordar a la dictadura como una manera de resignificar los totalitarismos, recordar los sufrimientos de las víctimas y revalorizar la democracia”.

Y el senador Daniel Filmus aseveró que «es muy importante recordar a las víctimas del terrorismo de Estado de la comunidad judía de la Argentina porque sólo el ejercicio de la memoria evitará que se repitan estas situaciones».  Y culminó diciendo que «este acto es muy importante porque todos sabemos sobre la persecusión y el genocidio contra judíos en el Holocausto».

Fuente: Télam