El impulsor de este proyecto de ley es el diputado David Rotem de Israel Beiteinu, quien declaró que planea impulsar un proyecto de ley más amplio, permitiendo también el matrimonio civil para otros casos. Ello obedece a que la propuesta planteada se circunscribe a los israelíes no judíos o los ciudadanos que no tienen ninguna confesión religiosa.
En este contexto, el sector de la ultraortodoxia y los tribunales rabínicos ya alertaron que se movilizarán para asegurarse de que sólo los ciudadanos no-judíos tengan acceso a esta nueva ley. Sólo por dejar sentado alguna evidencia al respecto, los mencionados líderes Informaron que comprobarán los nombres de los solicitantes del matrimonio civíl para asegurarse de que no sean judíos.
Con todo el respeto que merecen las autoridades rabínicas y religiosas, no está demás recordar que como democracia ejemplar que Israel pretende ser, la expansión de la libertad individual para poder elegir siempre será bienvenida.
