Asimismo, advirtió que «la confrontación militar que viene no será entre Israel y otro país, sino entre Israel y dos o tres frentes diferentes al mismo tiempo. No va a ser similar a todo lo que nos hemos acostumbrado durante la Segunda Guerra del Líbano o la Operación Plomo Fundido».
Desde esta perspectiva, se ha destacado que Damasco está adquiriendo de Rusia equipos militares de tecnología avanzada con capacidad para enfrentar a las aeronaves de la Fuerza Aérea Israelí, lo que implicaría para Israel la imposibilidad de dominar el espacio aéreo sirio en caso de guerra.