En el Centro Médico Rabin en Petah Tikva se realizaron las primeras pruebas que demuestran que este sistema tiene más de un 90% de efectividad, un porcentaje mayor al de culquier aparato que se utiliza actualmente. Esta tecnología está basada en la observación de las células cancerígenas que proliferan más rápido que las sanas, y que aceleran la actividad metabólica que libera energía en una frecuencia mayor. Se espera que para fines del año próximo este aparato ya este en funcionamiento.