Con respecto a la postura de la DAIA, las autoridades de la AMIA declararon que estas fechas religiosas deberían ser respetadas por todos los judíos y que no hubo diálogo entre las instituciones para consensuar una decisión. Asimismo Borger declaró que le desea a la presidenta mucho éxito, que la acompaña moralmente y en sus oraciones.
Es indudable que los debates contribuyen a dar vigor a la salud democrática. Asimismo, es de particular relevancia en este caso el hecho de que las diferencias que se plantean en torno a la dirigencia de la comunidad judeoargentina constituyen un buen ejemplo para echar por tierra algunos prejuicios que dan cuenta de “los judíos…”, o el “pueblo judío” en aras de universalizar en torno a una supuesta categoría monolítica parámetros homogéneos.
La discusión planteada pone en evidencia justamente la multiplicidad de perspectivas y heterogeneidad que constituyen al pueblo judío. Reformistas y religiosos, sefardim y ashkenazim, sionistas y postsionistas (antisionistas también): todos tienen su sede en un pueblo que ha hecho de la apertura y la libertad de expresión su razón de ser.