La vida es bella

En medio de tantos sinsabores que nos dejan las noticias sobre el conflicto palestino-israelí y la situación en Medio Oriente, la visita de Noa a la Argentina nos regaló una bocanada de aire fresco tan anhelada.
Es un privilegio haber contado con la presencia de una de las voces más destacadas de nuestro tiempo. Desde el comienzo de su presentación en el famoso Bar La Trastienda de San Telmo, Noa sorprendió al público dando la bienvenida y celebrando su primera vez en Buenos Aires en tono musical con algunas palabras en español.

A partir de allí, su voz fue transitando entre el inglés de su infancia neoyorquina, el hebreo incorporado a partir de su regreso a Israel y su inserción en los grupos musicales de Tzahal (Noa reivindicó la poesía como canal de inserción en el idioma y la cultura israelí destacando particularmente la obra de Lea Golberg) y su homenaje a sus ancestros yemenitas de los cuales no pierde oportunidad de reivindicar con un manejo impecable no solo del idioma sino también de su danza.
No conforme con eso, Noa hizo gala de un extraordinario dominio del ritmo yemenita y nos deleitó con un majestuoso dominio de la percusión a través del bongo y el «Paj», instrumento típico de la región.
A partir de allí su repertorio transitó por lo mejor de su música dando la bienvenida a la novia con «Boi Kala» para llegar al final del espectáculo con su mensaje de paz expresado en árabe y en hebreo («Salam – Shalom»). Pero la velada no podía concluir alli y el público le hizo saber que no la dejaría ir sin dejar su huella indeclinable.
Como respuesta a esa expectativa, Noa cumplió con creces el plus antecediendo su promesa interpretando hasta un tema en castellano que le compuso especialmente Serrat con quien suele presentar en conjunto (“Es caprichoso el azar”)
Y el final sublime terminaría llegando con el mensaje esperado para recordarnos que «la vida es bella», cantándonos el tema principal de la película. Y es justamente desde esa dulzura y calidez acompañadas de una solemne voz las que contribuyen enormemente para que así sea.