Polo del Judaísmo Plural: ¿Qué opina sobre la Resolución de la Corte Suprema que dejó en pie la pesquisa realizada sobre Carlos Telleldín y otros, que no era correcto anular toda la investigación, y que buena parte de ella debía mantener su validez hasta el 31 de octubre de 1995?
Carlos de Nápoli: Estoy de acuerdo con la decisión de la Corte Suprema, ya que a medida que se avanzaba en el tiempo, más se alejaba uno de la verdad, sin importar ahora los complejos detalles. El remanente incluye cuestiones muy importantes, conteniendo las únicas dos hipótesis que llevaron a la detención sólida de personas.
En primer lugar, figura la solicitud de detención de Nassib Haddad, firmada por todos los Fiscales Federales, no sólo por Eamon y Barbaccia. Este ciudadano nacido en el Líbano fue acusado, con pruebas más que sólidas, de haber colocado un volquete cargado con el explosivo amonal, perteneciente a la empresa de su propiedad, justo frente a la entrada de AMIA, procediendo luego a la voladura de la mutual, con un dispositivo a control remoto. Aquí la causa estaba cerrada. Se había demostrado todo con detalles inimaginables, incluso, con el plano conteniendo la forma en que el camionero debía colocar el volquete frente a la mutual.
Se hallaron, además, los recibos de compra del explosivo utilizado, para cuya utilización los Haddad no tenían permiso alguno. El caso estaba cerrado en tres o cuatro cuerpos.
La otra hipótesis, la de la Trafic fantasma que nadie vio, nos llevó a Telleldín y a un callejón sin salida, un cúmulo de cuerpos de tamaño inimaginable, cuyo único sostén fue la presión internacional de espías diversos, dirigiendo la causa hacia Irán, país que financió y financia al grupo Hezbollah. Como ya se conocían los esfuerzos por conseguir armamento nuclear, al deducir el juez por dichos de agencias gubernamentales de terceros países interesados que Irán estaba involucrado, se pudo hasta hoy sostener la infame hipótesis de explosivo en la Trafic que nadie vio.
Lo irónico, es que la sólida hipótesis del volquete, llevaba no sólo a Irán, sino también a otros países como Siria. Sobra para esto la detención de Kanoore Edul con sus relaciones.
¿Por qué se abandonó la misma?
PdelJP: ¿Cual es su opinión sobre Carlos Telledin, sabía conscientemente para qué iba a ser utilizada la camioneta Traffic que entregó 8 días antes de la voladura de la AMIA? ¿es verdad que su padre era de ultraderecha, que fue jefe de la temible División de Informaciones (D2) de la policía cordobesa durante la dictadura?
CdeN: Carlos Telledín por supuesto conoce todo en detalle. Durante una entrevista que realicé a Telleldín, el presunto último tenedor de la Trafic, para el documental sobre el atentado a la AMIA emitido el año pasado por History Channel, las cosas me quedaron muy claras. Telledín comentó, con detalles, que había estado detenido junto a Haddad y sus hijos, comentándoles estos que no se preocupaban por nada, que saldrían en horas, ya que eran íntimos amigos del presidente Carlos Menem. Efectivamente, salieron en horas y la hipótesis más fuerte, en razón de la influencia de Menem, fue abandonada.
Otra cuestión interesante, relatada por Telleldín, es que todos los involucrados fueron puestos en la misma celda por la Policía Federal, al decir de Telledín “para poder cerrar los temas que no cerraban”.
La protección dada por Menem a ciertos ciudadanos sirios, antes nombrados, irá a juicio con final incierto, ya que el veredicto dependerá de quién se encuentre para ese entonces en el gobierno
Es verdad que Raúl Pedro Telleldían, padre de Carlos, fue jefe del SI de la Policía de Córdoba, durante la dictadura. Por lo tanto, no debe extrañar que allí desapareciera el mayor porcentaje de judíos.
PdelJP: ¿Qué cree que puede suceder en la causa por «encubrimiento» de la llamada pista siria, en la que están procesados Carlos y Munir Menem, Anzorregui y el «Fino»Palacios?
CdeN: En fin, somos pocos los que conocemos la causa de memoria, como para intentar llevarla hacia la verdad de los hechos. No existió, sin embargo, voluntad ni en los sucesivos gobiernos ni en institución alguna, para apoyar esa búsqueda de la verdad. El actual obró bastante bien, la separación del juez Galeano fue un paso de importancia, pero siguió en la pista falsa.
En tal circunstancia, nadie se preocupa por lo que sucede en la causa, mientras que las víctimas, desde sus tumbas, claman por una Justicia que veo cada vez más lejana. Lamentablemente, tampoco hay “presión social” para que esto suceda, ya que el tema es ajeno a las preocupaciones de los ciudadanos. Esto se percibe en la escasez de movilizaciones y en la falta de interés de los lectores por el lúgubre atentado. Las noticias relativas a la causa, no logran despertar el interés de la ciudadanía, y esto es muy visible cuando en los medios se publica algo sobre el tema. Rara vez entra entre las diez o quince más leídas.