La ONU condena la construcción del muro en Medio Oriente

Otro golpe en la pared

Por una amplia mayoría, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó una resolución en la que exige a Israel que paralice y elimine el muro de seguridad que está construyendo en Cisjordania por considerarlo contrario al derecho internacional. El embajador israelí en la ONU ha calificado la decisión como una "farsa".

La resolución fue aprobada por 144 votos a favor, 12 abstenciones y cuatro votos en contra, entre ellos Israel y Estados Unidos.
Tras una larga negociación, los países árabes que impulsaron esta iniciativa se vieron obligados a eliminar del texto la petición de que el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya emitiese una opinión legal sobre el muro.
Con ello se aseguraron el voto unánime de los quince miembros de la Unión Europea, además de los países asociados y de los candidatos a la ampliación, que configuraron un solo bloque de negociación.
En esta resolución, las Naciones Unidas, exigen a Israel «que paralice y dé marcha atrás en la construcción del muro en los territorios ocupados y en el este de Jerusalem, que se aparta de la línea de armisticio de 1949 y contradice al derecho internacional».

“Particularmente preocupada”

Según el texto, la Asamblea se muestra «particularmente preocupada» por las consecuencias de la edificación de este muro, que perjudica «futuras negociaciones y hace físicamente imposible la solución de crear dos estados», como contempla la ‘Hoja de Ruta’.
A diferencia del texto inicial que impulsaron los países árabes, la resolución aprobada condena por igual las ejecuciones extrajudiciales cometidas por Israel como los atentados suicidas palestinos.
Cita en especial el atentado terrorista perpetrado en Haifa el pasado 3 de octubre, que dejó un saldo de 19 muertos, y el de la semana pasada en Gaza contra un convoy diplomático estadounidense, con otros 3 muertos.
“Farsa humillante”
Tras conocer la decisión de la ONU, Israel anunció que igualmente continuará con la construcción del muro.
Dan Gillerman, el embajador israelí ante el organismo internacional, calificó a la votación de «farsa humillante”, además de ver con «horror e incredulidad» el apoyo que algunos países dieron a la resolución.
Por su lado, el observador permanente de la Autoridad Palestina, Naser Al-Kidwa, dio su agradecimiento a los países que apoyaron el texto, aunque se mostró contrariado por el discurso pronunciado por Gillerman que, dijo, suponía una declaración de «intimidación y chantaje».
El embajador italiano Marcello Spatafora, en representación de la presidencia de la Unión Europea, se mostró satisfecho por haber impulsado este texto de consenso que, manifestó, podría contribuir a avanzar en el proceso de paz de la región.
La aprobación de esta resolución se produce después de que Estados Unidos vetara, en el Consejo de Seguridad, un texto que también condenaba el muro de separación.
Pero, a diferencia de lo que ocurre en el Consejo de Seguridad, las resoluciones adoptadas en la Asamblea General, formada por los 191 estados miembros, no son vinculantes.

El espíritu del muro

Horas después de que la Asamblea General de la ONU condenase el espíritu del muro de separación, el Gobierno israelí reiteraba que las obras no se detendrán.
Al mismo tiempo, el ministro de Seguridad Interior israelí, Tzahi Hanegbi, concurrió de modo desafiante al Monte del Templo (o la Explanada de las Mezquitas para el mundo musulmán) de Jerusalem con la misma actitud arrogante con que, tres años, atrás lo hiciera Ariel Sharón -lo que provocara, entonces, el punto de largada de la Intifada de Al Aqsa-.