José Pablo Feinmann:

«Kirchner está razonablemente loco»

El escritor José Pablo Feinmann considera al Presidente Kirchner como un hombre de avanzada: “me parece insólito que un presidente argentino se haya declarado ‘hijo de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo’”. “Está razonablemente loco -afirma Feimann-, y es una locura que puede acompañarse”. Veamos cómo sigue esta entrevista:

Por Gerardo Yomal y Hugo Presman

¿Considerás a Kirchner como un hombre de avanzada, si se lo compara con buena parte de la sociedad argentina?

Absolutamente. Si comparamos con el resto de lo que iba a ser la sociedad política argentina… Que un presidente argentino en las Naciones Unidas se declare hijo de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, entendiendo por eso que somos hijos de los Derechos Humanos y que le damos primacía absoluta a los Derechos Humanos de aquí en adelante en la Argentina, me parece totalmente insólito. Es muy novedoso, yo no lo esperaba de ninguna manera; tampoco quiere decir que yo esté entregado de pies y manos a Kirchner, eso sería imposible por mis características.

Te sorprendió…

Mi tesis es la siguiente: Kirchner llega al gobierno y… ve algo, o es un mediocre más o hace historia en la Argentina. Por decirlo de alguna manera, se le cruza la sombra de Shakespeare, que es la sombra de la grandeza, la posibilidad de la grandeza, y creo que apuesta a eso.
En este sentido que está razonablemente loco. Es decir, es una locura que uno puede acompañar porque es la locura por romper con lo trillado, con la vieja sumisión, con el viejo titeretismo… los tradicionales presidentes títeres argentinos. Y apuesta a otra cosa, si le sale o no es otra cosa, tiene muchísimas resistencias para lograrlo, pero hay montones de gestos que está haciendo que indican que la apuesta va a lo diferenciado. Hasta ahí, a mí me interesa mucho.

El presupuesto y el acuerdo con el Fondo tienen algunos elementos tramposos que de alguna forma condicionan también la concreción de esos grandes objetivos políticos.

Tiene objetivos, no diría tramposos… indudablemente hay concesiones, vos no podes negociar sin conceder. Se le ha concedido al Fondo, también es cierto que por primera vez se negocia con el Fondo en términos de dureza, cosa que no se había hecho nunca. Ahora, que Kirchner, su equipo político, su equipo propagandístico político, quiera vender eso como un gran acto de resistencia patriótico…, me parece lógico que estén haciendo política con eso.
Lo que es indudable es que yo no recuerdo un trato así con el Fondo hecho por De la Rúa o por Menem. Es absolutamente inimaginable.
Es decir, acá hay una cosa, una vieja cosa, como decir: «Bueno, todo está bien con este flaco, pero no nos vamos a entregar o dejar seducir, porque en algún momento nos va a cagar, es un presidente más», y además como que queda mal entregarse…

Algo así como la profecía autocumplida…

Nadie es perfecto, va a hacer montones de macanas y habrá que criticarlo, además también tiene otra gente alrededor, no vino a hacer la perfección, y nosotros estamos siempre atentos a criticarle esos puntos en los que falle, en los que no vaya hasta el lugar en que él ya nos acostumbró a que va. Porque el problema que tiene Kirchner es que acostumbró a los argentinos a que va muy profundamente a fondo en determinados problemas y con mucho coraje político. Le va a resultar difícil retroceder en otros puntos, y todos estamos esperando el aspecto económico. Yo creo que tiene que hacer, en economía, dos o tres cosas con el mismo nivel de osadía política que hizo en los otros terrenos.

Vos estuviste con el Presidente…

Sí, fue una entrevista muy breve, con motivo de una nota mía que se llamaba «Un flaco como cualquiera», donde tomaba algunos rasgos físicos con ciertos aspectos de humor y comparaba su situación popular con la de Sartre: llamaba a Sartre el gran virola francés y a Kirchner el gran virola argentino.