Contradiciendo las afirmaciones del plan de paz denominado “Mapa de Rutas” el Gobierno de derecha israelí se dispone a construir 604 nuevas viviendas en tres asentamientos de Cisjordania: 50 en Maalé Adumín; 530 en Beitar Ilit, y 24 en Ariel.
El llamado muro de defensa, no se cansan de decirlo los portavoces de la Cancillería israelí, no está incluido en el “Mapa de Rutas”. La expansión de los asentamientos sí. Según dicho texto, debe congelarse la construcción en las colonias judías, incluso por razones de “crecimiento natural”.
Casas abandonadas
Ahora Israel argumenta el crecimiento natural de las colonias judías. Argumento que organizaciones de Derechos Humanos, como la israelí de “Paz Ahora”, rebaten al demostrar que son muchas las casas ya construidas y abandonadas en los asentamientos de Cisjordania y Gaza como para justificar nuevas obras.
Además, Zalman Shoval -consejero de Ariel Sharón- dijo que Israel no tiene obligación alguna con el “Mapa de Rutas” y no la tendrá hasta que los palestinos cumplan su parte (la aplicación del documento debe ser en paralelo) y desmantelen las organizaciones e infraestructuras terroristas.
Con todo, el Ministerio israelí de la Vivienda convocó la licitación de obras para la construcción de esas 604 viviendas justificándolas en el “crecimiento natural”.
El movimiento pacifista “Paz Ahora” denunció que desde principios de año se ha dado luz verde a la construcción de 1.394 casas en las colonias judías, más de 150 se cuentan ya en Gaza y Cisjordania.
Yasser Arafat, a la puerta de su derruida Mukata, fue más concreto y apuntó donde más duele:
“Israel -dijo- prosigue con sus crímenes al expandir el muro nazi y racista que se apodera de nuestra tierra”.
Donde no levantaron mucho la voz fue en Washington. Desde Estados Unidos se evitó entrar en duras críticas. Sólo Colin Powell se mostroó preocupado por las últimas decisiones de Israel.
Según reveló ayer el diario israelí Yedioth Ajronoth, el presidente de Estados Unidos dijo de Arafat que es un “mentiroso”, y negó la posibilidad de que se cree un Estado palestino si no se pone fin antes al terrorismo; también calificó a Sharón de “hombre de paz” ante una delegación de rabinos norteamericanos a la que recibió en la Casa Blanca.