“Son ataques antisemitas sin otro ánimo que la destrucción”, afirmó Eduardo Duschkin, Presidente de la DAIA-Santa Fe. Los vandálicos acontecimientos se produjeron en dos incursiones consecutivas con una diferencia de 24 horas entre una y otra, bajo la marca de la impunidad y a una semana del inicio de las fechas más importantes del calendario hebreo (Rosh Hashaná y el Iom Kipur -Año nuevo judío y el Día del Perdón-).
El sábado, las autoridades del cementerio descubrieron (alrededor de las 17) el destrozo de 16 sepulturas. La Policía de la provincia reforzó la vigilancia, pero el domingo -entre las 14 y las 17- volvió a repetirse el vandalismo sobre otras tres tumbas más.
Los atacantes no dejaron pintadas ni leyendas agraviantes en estos dos atentados sin precedentes en la capital provincial.
Duschkin descartó “el móvil del robo” ya que “en ninguna de las tumbas atacadas y en las otras que están alrededor faltan elementos que puedan ser objeto de vandalismo. Todas tenían placas de distintos tipos de metales y no faltaba ninguna, ni tampoco otros elementos de ornamentación”.
“Nos enteramos entre las 17.30 y las 18.00 por un llamado telefónico del casero”, dijo Duschkin.
A pesar de que la Policía reforzó la vigilancia, el ataque se repitió el domingo, entre las 14 y las 17, con la destrucción de otras tres tumbas ubicadas casi en el mismo sector. “La sorpresa fue muy grande”, explicó el presidente de la DAIA Santa Fe. “Estuvimos reunidos con la cúpula de la Policía y ellos también estaban sorprendidos por que se hubiera repetido el hecho”, añadió el dirigente comunitario.
“Es un ataque antisemita contra un lugar sagrado, destinado a la memoria de nuestros antepasados, perteneciente a la comunidad judía y sin otro ánimo que la destrucción”, interpretó el presidente de la DAIA.
El Presidente de la Comunidad Judía, Daniel Steimberg, marcó su preocupación por la reiteración del hecho vandálico. “Nos preocupa -dijo- porque ya se había reforzado la guardia y si bien el predio es amplio, hay cosas que no se pueden escapar. Si se reforzó la guardia y el hecho se repite, concluyó, es un desafío que nos obliga a pensar”.
